El Real Madrid no pasó del empate frente al Tottenham Hotspur en el tercer partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones y comparte liderato con los ingleses, ambos con siete puntos.

Algo extraño pasa en el Santiago Bernabéu. De seis partidos esta temporada -entre Liga y Champions- solo ha ganado dos. El equipo de Zidane, que está sacando mejores resultados lejos de casa, no pudo con un Tottenham bien plantado, serio en su juego y acorazado con un Harry Kane que demostró tener los galones que presumía.

A los cinco minutos Cristiano llevó el cuero al poste tras un centro del canterano Achraf. El rechace, en botas de Benzema, también se fue al limbo, pero la sensación del arranque dejaba claras las intenciones del Madrid, sobre todo por la verticalidad de sus bandas.

El espacio ganado por las laterales dificultó la salida del balón para un Tottenham que no entró en calor hasta pasados 15 minutos. Los de Pochettino necesitaron recibir un par de rejones para meterse en el partido y así fue tras el segundo aviso de Cristiano con un disparo cruzado. Desde ese momento el equipo londinense se creció.

Con Kane a la cabeza, pichichi de la Premier, los ingleses encontraron oxígeno en dos acciones aisladas. Primero con un remate que despejó Navas y después pidiendo penalti en una acción de Casemiro sobre Llorente después de que Kane sacase las costuras a Marcelo.

En diez minutos, solo su presencia, intimidó a un Madrid que se vio con el marcador en contra instantes después. Una sensacional jugada de Aurier por el costado derecho -nuevamente- acabó en el corazón del área, Kane la tocó con la espuela y Varane, en su intención por despejarla, terminó metiéndosela en su propia portería a la media hora de partido.

En su arreón habitual, y después de haber dominado al comienzo, el orgullo herido de los merengues les llevó a obtener una rápida respuesta. Con Isco llevando el timón, el Madrid logró empatar antes del descanso gracias a una jugada colectiva que acabó en las botas de Kroos. Cuando el alemán iba a lanzar fue trabado por un defensa.

Cristiano no falló desde los 11 metros y devolvió la igualdad a un choque donde el Tottenham también tuvo sus opciones en la segunda mitad. Con la inteligencia que siempre ha caracterizado a los equipos de Pochettino, el cuadro inglés pudo haber cambiado las portadas de hoy si Navas no mete los dedos en un mano a mano con Kane. O si Eriksen no hubiera mandado al lateral de la red un disparo en franca posición.