El Spartak Moscú aplastó ayer al Sevilla (5-1) en un trepidante partido en el que, por increíble que parezca, el equipo español dominó y dispuso de buenas ocasiones de gol, pero perdió el norte en una última media hora lamentable.

La falta de pegada y su endeble defensa acabaron costándole muy caro al Sevilla, ya que los centrales no dieron una a derechas ante un Promes celestial, ya que el delantero holandés del Spartak marcó dos goles y regaló otros dos.

El argentino Eduardo Berizzo apostó por la posesión para contrarrestar la velocidad del contraataque ruso, pero la delantera rusa con una gran actuación y el portero Sélijov con una noche memorable rompieron todos los pronósticos.