Ni Liceo, ni Barcelona. El pabellón de A Rabadeira estaba ayer prácticamente a rebosar para el estreno de la Liga Gallega de veteranos que enfrentaba al equipo local, el Oleiros, al Compañía de María de Ferrol. Mucha expectación por volver a ver con los patines a algunos de los jugadores históricos de la ciudad. Mucho público y la mayoría, infantil, niños que querían comprobar de primera mano de lo que todavía son capaces aquellos que les ensañaron y les acompañaron en sus primeros pasos sobre la pista. El resultado, un gran espectáculo con el 5-8 a favor de los visitantes.