La intensidad continúa para el Liceo, que después de jugar el sábado contra el Sporting de Portugal en la Liga Europea retoma la competición doméstica en otro partido que se espera de máxima dificultad. Visita el Palacio de los Deportes de Riazor el Reus (21.00 horas), un equipo que desborda talento por los cuatro costados y que es el tercer clasificado de la OK Liga a solo tres puntos de los dos que mandan en la tabla, el Barcelona, al que batieron en la última jornada, y el propio conjunto coruñés. Mucho en juego, con un ojo siempre puesto en lo que puedan hacer los azulgrana que a priori tienen un compromiso menos complicado contra el Alcoy. El resultado marcará un poco a los candidatos a la lucha por el título, o acotarla a un mano a mano verdiblanco-culé o incluir un contendiente más a la pelea.

El Reus, que lleva seis triunfos y dos derrotas (Noia y Vendrell) intentará quemar todas sus naves esta noche en Riazor. Y tiene muchas. Para empezar, al pichichi de la competición, un Raúl Marín campeón del mundo y que es impredecible en sus movimientos y que es una pesadilla para cualquier defensa y portero. Lleva 12 goles por los ocho de su compañero en ataque, Marc Torra, el jugador en activo que más veces ha batido la portería del Liceo. El potencial ofensivo rojinegro es enorme. De los pocos capaz de seguir el ritmo de los coruñeses, que han marcado 36 tantos en ocho jornadas por los 34 del conjunto tarraconense, que por contrario, encaja más.

El equipo perdió en verano al que fuera su meta la temporada pasada, el portugués Pedro Henriques, uno de los artífices del título europeo. Se cubrieron bien con la llegada de Cándid Ballart, además de una experimentada línea defensiva con el ex del Vic Romà Bancells y el campeón del mundo Albert Casanovas, que con la selección española marcó el penalti decisivo en la final contra Portugal y también el penalti que dio la victoria al Reus frente al Barça en la pasada jornada. La plantilla se completa con otros dos pesos pesados como Joan Salvat y Álex Rodríguez, pero la baja de este último por lesión abre una de las pocas debilidades del Reus, la falta de profundidad de banquillo. Solo un recambio, el resto, júniors.

Pero en estas circunstancias el equipo que ahora dirige Jordi García ya le ganó al líder Barcelona, por lo que el Liceo no se puede fiar. A los verdiblancos les ha costado ver portería en sus tres últimos encuentros. Marcó solo un gol ante el Barça (derrota por 3-1); otro ante el Girona que le sirvió para ganar por la mínima (1-0) y otro el sábado en el empate ante el Sporting (1-1). No falla el juego, solo no hubo suerte en el último remate y con la bola parada como un suplicio.