"Me reincorporo al Getafe, pero lo que más ilusión me haría es estar en otro sitio", reconoce Borja Fernández, que hoy inicia los entrenamientos con club madrileño, que posee sus derechos federativos, después de jugar un año cedido en el Deportivo, ese "sitio" en el que él querría continuar.

El futbolista admite que le gustaría seguir una temporada más en la disciplina blanquiazul: "Hoy por hoy no me cierro puertas con el Dépor". Borja apunta que, por el momento, no tiene conocimiento del interés del conjunto coruñés por hacerse con sus servicios una campaña más. "No me han dicho nada desde A Coruña", reseña y aclara que ahora está "centrado en el Getafe". "Lo que sé es que empiezo a entrenar con ellos", indica.

El centrocampista ourensano no descarta continuar su vinculación con la entidad blanquiazul, aunque esa circunstancia dependerá de que exista acuerdo entre "ambas partes" (Deportivo y Getafe). Al jugador gallego le resta un año más de contrato con el club que preside Ángel Torres, y según aseguró ayer el director deportivo getafense Toni Muñoz, en principio Borja "va a estar con el equipo".

Las buenas prestaciones del ourensano en la medular blanquiazul le han devuelto a la palestra. En la carrera por hacerse por lo servicios del futbolista no se desmarca, por el momento, el Valladolid, el otro equipo en el que el futbolista gallego logró el ascenso, y al que muchas veces ha denominado como una "segunda casa".

De menos a más

Borja tuvo un estreno accidentado en su presentación, debido a los improperios lanzados por algunos seguidores por una supuesta afinidad con el Celta de Vigo, pero jornada a jornada se fue haciendo un hueco en el corazón de la parroquia deportivista. Lastrado en los inicios de la temporada debido a una operación en los aductores medios, el centrocampista ourensano no debutó con el conjunto deportivista hasta el 4 de diciembre en la jornada decimosexta, y curiosamente ante un viejo conocido, el Valladolid.

Fueron 726 minutos repartidos en 22 encuentros en los que el futbolista supo rentabilizar sus dos únicos tantos. El primero, ante el Córdoba en Riazor, sirvió para desatascar un encuentro en el que el conjunto de Paco Jémez estaba sacando los colores a los blanquiazules. El segundo, y más trascendental debido al rival que tenía el equipo de Oltra enfrente (el Celta), valió los tres puntos en el descuento de un derbi taquicárdico que habían conseguido igualar los celestes. El centrocampista, relegado a un segundo plano debido al buen hacer de la dupla formada en la medular por Álex Bergantiños y Juan Domínguez, se convirtió en revulsivo y sustituto de Valerón en muchos de los encuentros. Demostró, además, su polivalencia llegando a ejercer como central ante los pucelanos en Riazor, un estadio que Borja aún no sabe si pisará como local o visitante la próxima temporada. Por ahora, no cierra la puerta al Deportivo.