Fernando Vázquez empieza a palpar entre el deportivismo un cierto triunfalismo que pretende evitar a toda costa. No quiere que se malinterprete el mensaje optimista que lanzó tras el cierre del mercado invernal. Las cinco incorporaciones -Lopo, Rabello, Sissoko, Salomão y Toché- elevan el nivel de la plantilla, pero eso no significa que el ascenso ya esté hecho. Al contrario, está convencido de que habrá que "sufrir". "No quiero que la gente caiga en esa sensación de que está chupado. Di mi opinión y me pareció que nos reforzamos bien. Creo que acertamos y por eso estoy contento, pero eso no significa que de repente vayamos a explotar y a ser un equipo superdominador. Vamos a seguir sufriendo igual, exactamente lo mismo. El sufrimiento va a ser parecido, el mismo y espero que no sea más", recalcó poco antes de iniciar el viaje hacia Murcia.

Por eso insiste en la necesidad de afrontar el futuro desde la máxima humildad, sin lanzar nunca las campanas al vuelo. Ese mensaje se lo transmitió a sus futbolistas y pretende que los aficionados también lo tengan claro. "Quiero que me interpreten bien. Estoy contento e ilusionado. Tengo un equipo interesante pero que nadie confunda la satisfacción de la transformación que tuvo el equipo con decir que a partir de ahora todo va a ser chupado".

La dificultad será máxima, empezando por el encuentro de esta tarde en La Nueva Condomina, en su opinión "uno de los campos más complicados" de Segunda pese a las bajas que acumula el Murcia en defensa: "Es un equipo que está bien dirigido por Julio Velázquez e intentará minimizar un poco esos daños". El objetivo, "como siempre, es ganar". "Fuera de casa el equipo muestra un nivel competitivo muy interesante. Si vences, sigues arriba y dependes de ti. Es lo que tenemos que hacer. Vamos allí a jugar una final y a intentar ganar, sin pensar en muchas más cosas", comentó el de Castrofeito.

La baja de Juan Domínguez por sanción obligará al Deportivo a depender más de la creatividad de Bryan Rabello. Cezary Wilk y Álex Bergantiños formarán un doble pivote de marcado carácter defensivo porque para construir fútbol "los dos tienen problemas". "Son jugadores tácticos, grandes interceptadores. Su talento es defensivo más que ofensivo", explicó Vázquez. De los dos, considera que "Álex quizá domine mejor su posición, por oficio y por estar más acostumbrado al fútbol español; solo es cuestión de tiempo para Wilk".