Paco Jémez (Las Palmas, 1970) estará mañana en el banquillo del equipo visitante en Riazor. Llega como entrenador del Rayo para enfrentarse al equipo en el que militó durante cinco temporadas como futbolista, al equipo de la ciudad en la que vive y en la que reside su familia. Un fin de semana muy emotivo.

-Viene a jugar al equipo de la ciudad en la que vive, la ciudad de su familia, la de sus amigos. ¿Esto supera lo de ser un partido especial?

-Es muy especial, no solo en el ámbito profesional sino también en el personal. Todo el mundo sabe que mi familia vive ahí, yo cuando no estoy entrenando vivo ahí, tengo muchos amigos ahí y he tenido la gran fortuna de pertenecer a ese club durante cinco años de los cuales estoy muy orgulloso, por eso todo lo relacionado con el Deportivo para mí es muy importante. Pero ahora voy como contrincante a intentar hacer mi trabajo y conseguir el mejor resultado que pueda.

-Si gana, sus amigos no le van a dejar volver.

-Yo quiero que mis amigos hagan lo que tienen que hacer, que cumplan con sus responsabilidades, y la mía, en estos momentos, es intentar ganar. No creo que me lo tengan en cuenta.

-¿Y sus hijas?

-Ellas también, porque están bien enseñadas. Saben que su padre tiene una responsablidad y que tiene que cumplirla.

-¿Llega con ventaja el Rayo por la mala pretemporada del Deportivo?

-No. No creo que eso sea una ventaja. El partido no va a reflejar lo que ha sido la pretemporada de uno y otro equipo. Además, quien más quien menos no ha cerrado su plantilla y todavía está buscando refuerzos de última hora. Por eso no creo que sea una situación que le vaya a dar ventaja al Rayo con respecto al Deportivo.

-¿Qué ha visto de este Dépor?

-Lo vi contra Nacional, Celta y Granada. Allí en la primera parte me gustó, no me pareció un equipo que rehusara tener el balón, con buena presión e intensidad, aunque en la segunda el Granada tenía que hacer algo más y el Dépor brilló un poco menos. Es un equipo que tiene las cosas muy claras, que sabe lo que tiene que hacer, a lo que juega y con gente con mucha calidad en determinadas posiciones. Va a ser un equipo a tener en cuenta.

-Usted ha fichado este año dieciséis jugadores; el año pasado, catorce, y el anterior, doce. Cada año toca reconstrucción.

-No. Eso es empezar de nuevo. Empezar de cero.

-Se supone que es un handicap

-No es lo idóneo, pero cada club tiene su idiosincrasia y por la situación funciona así. Con gente con contratos cortos, gente cedida y cada año hay que empezar de nuevo. Es lo que tenemos.

-Algo similar le pasa al Deportivo este año. Habrá que pensar que los aficionados van a tener que armarse de paciencia.

-Por supuesto. En los equipos pequeños si no tenemos paciencia estamos muertos. Partimos con desventaja con respecto al resto y si nos ponemos nerviosos, apaga y vámonos. Yo creo que la gente del Deportivo se ha mentalizado de que este año será difícil, y tiene que estar preparada.

-¿La obligación de la permanencia por las circunstancias del club puede pesar en el equipo?

-Va a ser una presión añadida, pero la tenemos muchos equipos, porque no estar en Primera es un problema muy importante para la entidad. Esa presión la tienen que saber llevar el cuerpo técnico, los jugadores, la directiva y la afición.

-Paco Jémez ya es un nombre que suena y mucho, de hecho parece que tuvo varias novias

-Estoy donde tengo que estar. En el único sitio en el que me han demostrado interés y confianza. A todos nos gusta que nuestro nombre suene, pero yo sigo en el Rayo, muy a gusto. Esas cosas no me generan entusiasmo ni ansiedad.

-Pero los piropos que recibe por el buen fútbol de su equipo no son pocos.

-Yo me hice entrenador para eso. No me hice entrenador para ganar partidos, no soy un resultadista. Quiero que mi equipo juegue bien, que disfrute jugando al fútbol y haga disfrutar a la gente con su fútbol y cuando pasa me siento orgulloso y realizado. La victoria no siempre es lo más importante, para lograrla hacen falta muchas cosas, no llega porque sí. Cuando haces todo lo que tienes que hacer tienes muchas más posibilidades de ganar.

-Pero en esta competición lo que cuenta es el resultado.

-Para algunos, para mí no. Si me cuesta mi puesto porque no gano no tengo ningún problema, yo sé cuáles son las bases del juego, cuáles son las reglas. A mí no me importa que me echen por no ganar. Ni mi trabajo va a estar mediatizado. Yo trabajo para jugar bien con el fin de ganar. Una derrota no me va a quitar el sueño, sin embargo un mal partido si me lo va a quitar. Cuando estoy en el banquillo quiero ver al equipo que he pensado y que vea el tipo de partido que he pensado en mi cabeza y que lo lleve al campo. Esas son mis máximas aspiraciones como entrenador.

-Vive un momento exitoso en lo profesional, pero en lo personal eso de estar fuera... pesará.

-Mucho, mucho. Es lo más difícil. Vivir alejado de la gente que quieres, tus hijas, tu esposa, es la parte más complicada, porque también hay veces en que necesito alguien en quien apoyarme. Y llegas a casa y no tienes a nadie. Es una manera de entender esto, pero con dos niñas con la edad que tienen, sobre todo cuando empecé a entrenar, no creo que lo mejor sea tenerlas cada año en una ciudad, en un colegio distinto. Siempre que puedo me escapo para ahí.