El Deportivo inicia el año 2015 igual que acabó el anterior, agobiado en la clasificación y muy necesitado de puntos para no caer de nuevo en puestos de descenso. Así de apurado recibe al Athletic Club de Bilbao, un rival igualmente fiero pese a no poder contar con dos de sus mejores leones: Muniain y Aduriz. Dos bajas importantes, como la de Sidnei en el Dépor. Víctor Fernández recompondrá la defensa alineando a los únicos dos centrales que tiene disponibles: Insua y Lopo. Repetirá con línea de cuatro atrás en busca de un triunfo balsámico para el equipo y también para él mismo, acostumbrado a superar este tipo de situaciones límite desde que llegó a A Coruña.

Parece que el Dépor solo es capaz de dar lo mejor de sí mismo cuando se ve realmente con el agua al cuello, como ocurrió frente al Valencia y el Elche. Dos auténticas finales saldadas con éxito. La de hoy también es vital para el Deportivo, que solo en caso de triunfo podría cuadrar mínimamente sus números. Víctor echa de menos "tres o cuatro puntos más" que, a su juicio, su equipo mereció y se quedó sin sumar. Sin embargo, la realidad es que el Dépor está fuera del descenso por fallos ajenos, no por méritos propios. El balance -13 puntos en 16 jornadas- es más que pobre, impropio de una escuadra que quiere caminar con un mínimo de garantías hacia la permanencia.

Por eso es tan importante ganar hoy al Athletic, por el valor clasificatorio de los tres puntos y también por el impulso que supondría el triunfo en cuanto a confianza y ánimos. Los del equipo y también los de la afición después de unas últimas semanas tan convulsas. Mientras espera por los fichajes, Víctor insistió durante la semana en afinar la puntería de sus jugadores, que solo anotaron un tanto en las últimas seis jornadas, el de Fariña al Elche. Al Dépor le falta gol, ya se sabía, pero parecía haber encontrado la solidez defensiva que echó en falta en el arranque del campeonato. Parecía, porque el desastre en El Madrigal en el último encuentro de 2014 vuelve a encender las luces de alarma. El objetivo para este 2015 es encontrar esa regularidad que al Dépor le ha faltado durante toda la temporada. Algo parecido busca el Athletic, enganchar unos cuantos encuentros buenos para acercarse a su objetivo europeo. El del Deportivo es otro bastante más modesto, la permanencia, cuyos cimientos se construyen en partidos como el de esta noche. Todo lo que no sea ganar será un nuevo paso atrás en el largo camino hacia la salvación.