La asamblea de la Federación de Peñas del Deportivo rechazó ayer la nueva normativa para la creación de una nueva agrupación exigida por el consejo de administración, así como entregar al club el censo de peñistas, que también reclaman los consejeros y que obliga la Liga del Fútbol Profesional. En la asamblea, que se celebró en la sala de prensa del estadio de Riazor, estuvieron representadas 62 de las algo más de 180 agrupaciones con las que cuenta el club, la inmensa mayoría federadas. La conclusión es que si el club no acepta la propuesta de los peñistas en la próxima reunión que haya entre ambas partes, los seguidores blanquiazules están dispuestos a funcionar como peñas no oficiales y al margen de las normas que pretenden imponer.

Unanimidad

Hubo unanimidad en rechazar el punto 3.1 del Procedimiento para la Gestión de las peñas, en especial el apartado que exige un número mínimo de asociados para la constitución de una peña y el que se refiere a remitir el censo de cada una de las agrupaciones en el que se especifique quiénes son socios o accionistas del Deportivo. Este primer punto, debatido por espacio de una hora, motivó las quejas de algunos de los presentes, que incluso propusieron que ninguna de las peñas se convierta en peña oficial para mantener todo como está en estos momentos. También hubo reproches para el consejo de administración, en especial Martín Pita, responsable del área social del club, a quien acusan de buscar la desaparición de la Federación de Peñas.

Aunque hubo quien defendió la necesidad de regular el funcionamiento de las peñas, porque hay peñistas que no son ni se van a hacer socios, la mayoría de los asistentes consideran que el mínimo exigido es excesivo. En A Coruña capital, el consejo de administración exige un número mínimo de 30 asociados y un 25% de socios o accionistas del club; en la provincia y en Galicia, 20 asociados y un 15% de socios o accionistas; en el resto del territorio español, 15 asociados y un 10% de socios, accionistas o socio amigo; fuera de España (resto del mundo, dice el documento), un mínimo de 10 asociados y al menos un 5% de abonados, accionistas o socio amigo del Deportivo. Una exigencia que buena parte de los asistentes a la asamblea de ayer considera una injerencia y un intento de querer apropiarse de las peñas. "Nadie nos obliga a ser una peña oficial, podemos seguir funcionando al margen del club", comentó uno de los asistentes.

Miguel Otero, presidente de la Federación, afirmó ayer que Tino Fernández, presidente del consejo de administración del Deportivo, "ha mentido" y que el deportivismo no se merece un dirigente que le "mienta". Otero mostró su malestar con Fernández Pico, al que acusó de haberlo engañado a raíz del trágico 30 de noviembre pasado cuando Jimmy fue asesinado por miembros del Frente Atlético, tras una emboscada de los seguidores colchoneros a los hinchas deportivistas desplazados a Madrid para presenciar el partido del Vicente Calderón. "Me ha vendido, el presidente me ha vendido", reiteró Otero en el momento en el que justificaba su decisión y la de sus compañeros de directiva de abandonar la Federación cuando concluya esta temporada.

Otero se sintió engañado por Tino Fernández durante todo el proceso para la investigación de la distribución de las entradas que el Atlético de Madrid envió a A Coruña. "Me ha vendido", insistió el dirigente de las peñas. "Me hace una llamada y me dice, 'ten cuidado que van a por ti'. ¿Cómo no van a venir a por mí si me has vendido tú?", explicó Otero en la asamblea celebrada ayer en Riazor, a la que comentó que el deportivismo considera a esta consejo de administración "como el consejo del feirón". Las quejas fueron generalizadas en este apartado, ya que hay la sensación de que la directiva pretende segmentar el deportivismo.

Multa de Antiviolencia

El responsable de las peñas blanquiazules recibió una propuesta de sanción de 22.000 euros de multa y la prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo por espacio de un año y medio por su implicación en la distribución de entradas, según el Comité Antiviolencia en su reunión del pasado 15 de enero. También el club fue propuesto para una multa de 45.000 euros por "por facilitar apoyo a grupos de seguidores que hayan incurrido en conductas definidas como violentas" y 25.000 euros más "por la gestión deficiente" del libro de seguidores. Una cuantía superior a la habitual ya que en Antiviolencia consideran que el club coruñés es reincidente.