Víctor Sánchez nunca olvidará el tobogán de sensaciones del pasado fin de semana, primero con la tensión por la preparación de partido definitivo, luego con los interminables 90 minutos del Camp Nou en los que el Deportivo llegó a estar contra las cuerdas y finalmente con la celebración de la ansiada permanencia, en Barcelona y después en A Coruña. "Son emociones muy grandes. No es ningún título, pero por el sentimiento y la implicación que tenemos con este club, para nosotros era como un título poder conseguir la permanencia en un momento muy complicado para el club -reconoce el técnico-. No es lo mismo estar en Primera que en Segunda para poder ayudar a que el club crezca todo lo que se merece".

El madrileño agradece a la afición su apoyo incondicional al equipo, un factor que fue clave para acabar manteniendo la categoría y que, a su juicio, seguirá siendo fundamental en el futuro. Si el Dépor se acabó salvando fue, "en una parte muy importante", gracias al empuje de su hinchada: "En estos últimos partidos hemos conseguido que se volviera a dar esa unión. Ese tiene que ser el punto de partida y el pilar fundamental para la temporada que viene, esa unión entre equipo, club y afición. Es fundamental y da muchos puntos a lo largo de la temporada. Estamos muy contentos por ver que la afición ha recuperado esa ilusión que no tenía".

En ese sentido, pidió a todos comprensión para mantener esa unidad en los momentos difíciles: "Todo el mundo se equivoca, el cuerpo técnico, los jugadores, la directiva y también la afición. Lo que hay que hacer entre todos es detectar los fallos y corregirlos porque aquí hay un bien común, que es el Deportivo. Está por encima de cualquier persona y de cualquier nombre. Entre todos tenemos que seguir haciendo que esta historia sea muy larga y exitosa, y para eso hay que construir, no destruir". A su juicio, esa unión entre equipo, club y afición supone "una fuerza muy poderosa" que será "uno de los principales argumentos" del Dépor en la próxima campaña. "Para nosotros es vital. Lo más bonito es ver a tu afición feliz. La alegría del deportivismo no se puede comprar de ninguna manera", añadió Víctor.