El cuerpo técnico del Deportivo planea una pretemporada exigente para sentar unas bases sólidas que permitan optimizar el rendimiento en competición con el objetivo de que sea estable y duradero. Las limitaciones temporales que condicionaron la labor de Víctor Sánchez y su equipo de colaboradores desde su llegada a A Coruña darán paso a un trabajo planificado con mucho tiempo de antelación, tanto en el apartado físico como en los aspectos técnicos y tácticos. El entrenador quiere que esos 45 días previos al inicio de Liga dejen un poso en sus jugadores que dure toda la campaña. Además de preparar a la plantilla físicamente, durante el verano podrá desarrollar sin cortapisas todas las cuestiones analíticas y estratégicas, empezando por el balón parado, un aspecto que el madrileño cuida con mimo. Por fin tendrá todo el tiempo del mundo para que sus pupilos asimilen de forma pausada sus ideas, que él irá ajustando en función de las características de los futbolistas. Por eso insiste tanto en la importancia de tener la plantilla prácticamente cerrada para el arranque de la pretemporada, fijado para mes y medio antes del primer encuentro oficial.

La fase inicial del trabajo veraniego durará dos semanas e incluirá una concentración de doce días en una localidad gallega, muy probablemente Vilalba o Monforte. Durante ese stage el cuerpo técnico tiene previsto repartir las cargas en tres sesiones diarias, una rutina inédita en el Deportivo desde la etapa de Joaquín Caparrós. Fue en 2006, en la localidad onubense de Isla Canela, donde la plantilla blanquiazul completó esas exigentes sesiones triples a las órdenes del entonces preparador físico, Javi Reyes. Algo similar está preparando el actual encargado de esa parcela, Nacho Oria, junto a al propio Víctor, David Dóniga y José Ángel Franganillo. Caparrós fue el único entrenador con el que el Deportivo hizo triples sesiones. No hay otro precedente, ni antes ni después de la etapa del utrerano. No lo hizo Edu Domínguez en la era de Miguel Ángel Lotina, ni Chema Sanz con José Luis Oltra, ni Manuel Pombo con Fernando Vázquez, ni tampoco el verano pasado Roberto Cabellud con Víctor Fernández.

La rutina diaria incluirá un desayuno muy ligero, que los técnicos llaman "desayuno líquido", previo a la primera de las tres sesiones, que será dedicada a mejorar las capacidades anaeróbicas, la resistencia y la potencia, con mucha carrera continua sobre el césped, entre otras tareas. A continuación la plantilla regresará al hotel para desayunar y descansar antes de completar la segunda sesión a media mañana, enfocada más a hacia la fuerza, con bastantes ejercicios en el gimnasio. Después el equipo volverá al comedor para almorzar y, tras otro paréntesis para reponer fuerzas, hará el tercer y último entrenamiento del día, orientado a cuestiones técnicas y tácticas, y en el que el balón será el gran protagonista. No todos los días habrá triples sesiones, sino que las cargas se irán ajustando en función de cómo las vaya asimilando el grupo. Los técnicos harán mediciones periódicas de diferentes parámetros para comprobar la evolución individual de cada futbolista.

El gran objetivo de esos 45 días de preparación es conseguir que el Deportivo llegue al arranque liguero en las mejores condiciones posibles para competir a un nivel alto desde la primera jornada. Otros equipos más fuertes pueden madurar su preparación física más lentamente para conseguir que su pico de forma llegue con la campaña más avanzada. Este no es el caso de los clubes modestos como el Deportivo, que necesitan empezar a sumar cuanto antes para acabar alcanzando el objetivo de la salvación. Víctor tiene claro que el Dépor no tirará ningún partido. Quiere plantar cara a todos los rivales desde el primer día, y eso pasa por optimizar la preparación para que el equipo llegue a tope al 16 de agosto, que es la fecha que se baraja para el comienzo de Liga. Esas sesiones triples son una tradición en el Sevilla, ya desde la etapa de Caparrós al frente del conjunto hispalense. Los siguientes técnicos que pasaron por el banquillo del Sánchez Pizjuán heredaron esa práctica para las concentraciones veraniegas en Costa Ballena, incluido Míchel González en 2012, con Víctor Sánchez de segundo entrenador y Nacho Oria de preparador físico, ambos ahora juntos en el Dépor.

Visita a Vilalba este mediodía

Víctor y sus ayudantes visitarán este mediodía (12.30 horas) el campo de A Magdalena, en Vilalba, una de las posibles sedes para esa concentración de doce días que realizará el Deportivo. Monforte es otra de las localidades candidatas a albergar el stage del equipo. Lo que es seguro es que será en un municipio cercano, dentro de Galicia.