Desde que se planteó la posible incorporación de Lucas Pérez al Deportivo se subrayaron también las dificultades que presentaría una operación que está superando las expectativas previas. El PAOK de Salónica sigue resistiéndose a traspasar al coruñés, a pesar de que ha manifestado su intención de abandonar Grecia y de que ha rechazado una oferta de renovación con un notable incremento económico. Al conjunto griego, sin embargo, no le convencen las condiciones que ofrece el club blanquiazul y ha empujado al futbolista a que sea él mismo el que persuada al Deportivo de que mejore su oferta si desea acabar jugando en A Coruña.

Lucas y su representante tenían previsto viajar ayer con el traspaso ya resuelto, pero las negociaciones no terminaron de fructificar por las exigencias del PAOK, que juega la baza del interés de otros equipos dispuestos a abonar una cifra mayor por lograr el fichaje del delantero coruñés.

La tarea de intentar cerrar su incorporación al Deportivo será a partir de ahora del propio Lucas, que podría desplazarse a la ciudad para poner al corriente al club de las pretensiones de los griegos. El jugador le trasladará a la dirección deportiva lo que ya sabe de primera mano su representante, Rodrigo Fernández, presente en Grecia estos dos últimos días para intentar desbloquear la operación.

El agente no logró un acuerdo que parecía encaminado debido a la falta del visto bueno del dueño del PAOK, el multimillonario ruso Ivan Savvidis. Aunque en un principio el club griego no exigió una cantidad mayor de la inicialmente pactada por el traspaso -entre 1,5 y 2 millones de euros-, la aparición de otras ofertas ha trastocado la operación.

Será durante los próximos días cuando se resuelva un fichaje plagado de dificultades, en el que el esfuerzo al que esté dispuesto a llegar el Deportivo resultará determinante para que el coruñés se convierta definitivamente en futbolista blanquiazul.

La operación ya supone un desafío para una entidad limitada a la hora de abonar traspasos, que haría una gran apuesta para convertir a Lucas en el abanderado de un proyecto para los próximos cuatro años. El jugador también haría concesiones para acabar cumpliendo su deseo de vestir la camiseta blanquiazul. En lo económico, la propuesta deportivista está lejos de otras que ha recibido.

El PAOK le planteó una oferta de renovación para retenerlo hasta 2019 con un salario anual de 1,3 millones de euros netos. Esta cifra está muy alejada de la que puede permitirse el Deportivo, pero en el jugador pesa más la identificación que siente con el equipo y la ciudad.

Consciente de que la posibilidad de regresar al Deportivo está cada vez más cerca, Lucas ya ha comenzado a despedirse de los aficionados del PAOK. El delantero colgó el viernes en su página de Facebook una galería de fotografías con diferentes momentos del partido que jugó ante el Spartak Trnava, posiblemente el último con la camiseta del equipo griego. "Os dejo imágenes de un día especial. Gracias a la afición del PAOK por todo su cariño y por hacerme vivir momentos que nunca olvidaré", escribió Lucas Pérez.