Más allá del resultado final, el Deportivo agradó bastante en su primera aparición de la temporada ante su público. Ganó por la mínima al Sporting Braga para adjudicarse el Teresa Herrera gracias al penalti transformado por Fede Cartabia. Pudo hacer más goles, pero su escasa pegada le privó de una victoria más abultada ante un rival demasiado duro en la recta final. El partido fue de más a menos y acabó volviéndose bronco en la segunda parte. Más vistosa fue la primera, en la que algunos de los nuevos, sobre todo Mosquera y Luis Alberto, dejaron varios detalles alentadores.

Los aficionados tenían ganas de fútbol, tantas como los jugadores, que se emplearon a fondo con el objetivo de brindarles el triunfo. Esta vez le pusieron más ritmo y ganas que en anteriores amistosos. Todos querían ilusionar, empezando por los fichajes, cinco de ellos en el once: Arribas, Navarro, Mosquera, Cani y Luis Alberto. Pedro Mosquera lideró al equipo en el tramo inicial tratando de iniciar todas las transiciones ofensivas. Bajó a recibir para tocar con variedad, tanto en corto como en largo, pero siempre con criterio. Gustó la calidad del coruñés en cada una de sus intervenciones, como también la movilidad de Luis Alberto por detrás del punta. El andaluz se dejó ver bastante y regaló a la grada dos detalles de lujo, primero un caño y luego un pase de espuela, que el público premió con aplausos.

En la primera parte casi todas las llegadas del Dépor se generaron desde la banda izquierda, la de Navarro y Luisinho. Más discretos en ataque estuvieron Laure y Cani por el otro costado. El aragonés tardó en entrar en el partido, aunque cada vez se fue soltando más a medida que fueron pasando los minutos. Solo tres tardó el equipo coruñés en crear la primera oportunidad clara, tras un pase en profundidad que Oriol Riera culminó disparando demasiado cruzado, muy lejos de la portería. El catalán falló otras dos ocasiones en la recta final de la primera parte. Recibió en inmejorable posición, primero de Cani y luego de Luisinho, pero no acertó a rematar entre los tres palos. Sigue derrochando trabajo y es el primero en sacrificarse para bajar balones aéreos y presionar a los defensas rivales, pero le sigue faltando lo más importante: el gol.

Solo la escasa puntería privó al Deportivo de marcharse al descanso con ventaja en el marcador. No marcó, pero ofreció una buena imagen. Todavía es un equipo en construcción y necesita tiempo para que los fichajes -los que están y los que llegarán- se acoplen. De momento, pinta bien este nuevo Dépor. Habrá que verlo ante un rival de más entidad, pero ayer se mostró muy superior al Sporting Braga, cuarto clasificado en la última edición de la liga portuguesa. Los lusos apenas inquietaron la meta de Fabricio en los primeros 45 minutos. Solo Joan Román, de falta directa, disparó entre los tres palos. Muy poco concedió en defensa el equipo coruñés, prácticamente nada. Sidnei sigue tan fiable como de costumbre y Arribas se presenta como una pareja de garantías para el brasileño en el eje de la zaga. Con Laure y Navarro, titulares ayer en los laterales, se completó una línea defensiva con muchas papeletas para ser la que se estrene en Liga frente a la Real Sociedad el sábado 22 en Riazor.

En cambio, sí se prevén cambios en el pivote. Juan Domínguez y Mosquera son dos futbolistas del mismo perfil, mucho más creativos que destructivos. Ayer formaron juntos de inicio, como contra el Oviedo, aunque para equilibrar el equipo es probable que Víctor eche mano de un futbolista más rocoso para acompañar al exmadridista. Por ejemplo, Borges, recién llegado a A Coruña tras disfrutar de más vacaciones por su participación con Costa Rica en la Copa de Oro. Pese a sus parecidas cualidades, Domínguez y Mosquera formaron un dúo interesante frente al Braga. Mucha posesión, seguridad en los pases y también llegada al área, como en la acción del penalti al inicio del segundo acto. El naronés cayó dentro del área, según Clos Gómez derribado por Djauan, y Cartabia no perdonó desde los once metros.

El argentino fue uno de los cuatro futbolistas que saltaron al césped tras la reanudación. Lopo, Juanfran y Fayçal también entraron de refresco. Cambio de protagonistas pero idéntico guión, con el Dépor como dominador claro ante un Braga mucho más preocupado de defender que de atacar. Ni siquiera tras el gol de Cartabia los portugueses se fueron arriba de forma descarada. Siguieron esperando en su campo al equipo coruñés, que volvió a acariciar el gol tras una falta lanzada por Fayçal que se marchó ligeramente desviada. El francomarroquí se situó donde más le gusta, por detrás del punta, y acabó de mediocentro cuando Álex retrasó su posición para jugar de central. Oriol Riera, el único nueve puro en nómina a la espera de la contratación de otro delantero, aguantó como referencia.

Con el paso de los minutos el partido se volvió más trabado, con imprecisiones constantes de ambos equipos y algunas entradas duras por parte del Sporting Braga, demasiadas para ser un amistoso. Arribas dio el susto al necesitar las asistencias médicas. Trató de aguantar, pero finalmente fue sustituido. El Dépor seguía teniendo el control y se estiraba por las bandas en busca del segundo gol. Sobre todo por la izquierda, la de Luisinho, con desparpajo para driblar y colarse en el área. En la recta final el Braga adelantó líneas y también tuvo sus opciones, primero un cabezazo al palo de Rodrigo Pinho y luego un remate de Crislan que salvó Fabricio, pero el empate hubiera sido injusto. El Deportivo aguantó el 1-0 para celebrar con su público un nuevo título del Teresa Herrera. Esperanza e ilusión entre el público, que se marchó del estadio bastante satisfecho.