En general, el perfil de las incorporaciones que está haciendo el Deportivo este verano es diferente al de años anteriores. Está llegando gente con experiencia en Primera, futbolistas relativamente contrastados. Mosquera, Cani, Navarro... son todos jugadores con un bagaje en la categoría y la conocen. Además, la gran mayoría de los nuevos llegan en propiedad, lo que genera un posible futuro beneficio para el club. Hasta ahora el Deportivo está confeccionando una plantilla con un poco más de empaque al que tenía en las últimas dos temporadas en Primera. Esa es un poco la gran diferencia a pesar de que la plantilla aún no está cerrada. Faltan hombres de banda y un punta, pero en un 85% el bloque ya es está diseñado. Por otra parte, Víctor Sánchez ha podido trabajar con tiempo con el grupo y eso se tiene que notar. De todas maneras, todavía es pronto para comprobar realmente cuál es la idea que quiere el técnico. Faltan dos semanas para que empiece la Liga y aún se están incorporando jugadores. Al final son ellos, los futbolistas, los que luego te van a condicionar muchas conductas grupales en el campo. Se empiezan a percibir determinados detalles, pero mientras la plantilla no esté cerrada, hay que esperar. El once que jugó el Teresa Herrera es uno, pero no tiene por qué ser el mismo que vaya a empezar la Liga, lo dijo el propio entrenador. A priori todos los equipos suelen tener buena pinta a estas alturas y el Dépor entra dentro de ese grupo. Las pretemporadas son para lo que son. Son un banco de pruebas, pero al final la competición es la que te pone en tu sitio justo y exacto. De momento, las incorporaciones parecen apropiadas, aunque todavía hay asignaturas pendientes en la configuración de la plantilla, como por ejemplo más derborde en los extremos.