Ya le va tocando ganar al Deportivo en Riazor después de un inicio de temporada sobresaliente a domicilio, donde encadena dos victorias consecutivas, pero todavía decepcionante en casa por el escaso botín de puntos. Solo uno de los ocho que tiene en su casillero lo sumó ante su público, una descompensada estadística que quiere empezar a equilibrar esta tarde a costa del Espanyol. Si los tres puntos se quedan en A Coruña, el equipo blanquiazul se auparía a puestos europeos, un dato anecdótico, porque su objetivo es otro mucho más modesto, pero a la vez revelador de que las cosas se están haciendo bien, muy bien.

Vuelve el Dépor a competir ante su afición y de nuevo lo hace en horario de siesta, como el pasado domingo. Ante el Sporting salió dormido y lo pagó caro, encajando dos goles en el tramo inicial que condicionaron el desarrollo del encuentro. Una lección que ya debería estar aprendida para los blanquiazules, conscientes de que para sumar en Primera hay que competir de principio a fin durante los 90 minutos, aunque sea sin brillantez, como hicieron el jueves en el campo del Betis. En Sevilla bastaron dos zarpazos aislados a la contra para sumar los tres puntos. Pura eficacia. Hoy, en cambio, el Dépor tendrá que proponer bastante más ante un rival que esperará bien plantado.

La baja de última hora de Luisinho, con problemas estomacales, condiciona los planes de Víctor Sánchez, que repesca a Luis Alberto y Lucas para jugar de inicio tras el respiro que les dio en el Benito Villamarín. También Celso Borges regresa al once, en el que Fede Cartabia es probable que tenga continuidad partiendo desde la banda derecha. Además de Luisinho, también son baja Fabricio, resentido de su rodilla derecha, y Manuel Pablo, que sigue ultimando su recuperación. También Sergio González llega sin varios hombres importantes: Arbilla, Salva Sevilla, Raillo y Abraham González. El técnico perico vivirá un partido especial en el estadio en el que jugó nueve temporadas compartiendo vestuario con Víctor Sánchez. El Espanyol atraviesa un buen momento tras encadenar dos triunfos seguidos ante Real Sociedad y Valencia. Con nueve puntos, uno más que el Dépor, llega en una situación desahogada. La del equipo coruñés también lo es, pero necesita empezar a sumar de tres en tres en su estadio. Es en Riazor, fundamentalmente, donde debe poner los cimientos de la salvación.