Marcelino, técnico del Villarreal, fue muy objetivo a la hora de analizar el resultado final en el partido que se celebró ayer en Riazor. "Ganamos un partido en el que lo más justo hubiera sido el empate", confesó.

Para el entrenador amarillo, "el primer tiempo fue muy igualado". "Eran dos equipos intentando hacer lo que querían con muy pocas ocasiones de gol", analizó. Sin embargo, fue su equipo el primer en encontrar la suerte. "Tuvimos acierto en una jugada de estrategia".

Pero también admitió que en el inicio de la segunda parte, el Villarreal sufrió. "Con el gol del Dépor se nos puso muy cuesta arriba y tuvimos un poco de descontrol", recordó.

Sobre la polémica acción que cerró el choque, Marcelino dijo que Samu admitió en vestuarios que había sido penalti. "Para mí ha sido difícil verlo por la distancia pero él me ha comentado que sí", dijo.

Al final, el Villarreal se llevó los tres puntos y por eso su técnico se mostró "tremendamente satisfecho". Cree que sus cambios ayudaron a resolver el partido. "Cambiamos tres jugadores de arriba porque afortunadamente no tuvimos ningún problema con los pivotes ni los cuatro defensas. Esto nos hizo reactivar la parte ofensiva del equipo y creo que nos dio muy buen rendimiento", comentó. Tanto es así que, según sus palabras, el conjunto visitante "dominó los últimos quince minutos". "El rival no nos generó peligro y nosotros estábamos en campo contrario", añadió. Aún así repitió: "El empate hubiera sido lo más justo".

Preguntando por Baptistao, Marcelino dijo que tienen que ser "prudentes" porque "no lleva mucho entrenando". Poco a poco gozará de minutos.