El Deportivo tendrá esta tarde frente al Valencia en Riazor (18.15 horas) una nueva oportunidad para examinarse a sí mismo y recuperar las sensaciones que lo convirtieron en una de las revelaciones en la primera vuelta del campeonato. Lo hará sin los agobios que no hace mucho representaría encadenar una racha de cuatro partidos consecutivos sin ganar y colocado en una posición cómoda de la clasificación, pero también con la urgencia de lograr la primera victoria de este año y refrescar el juego de un equipo que en las últimas jornadas ha mostrado síntomas de agotamiento.

La meta de los blanquiazules está en ganar otra vez (no lo hace desde que se impuso al Eibar en Riazor hace aproximadamente un mes ), pero también en regresar a la versión de equipo competitivo que se ha desdibujado en las últimas semanas. Todos en el grupo, pero especialmente su técnico, Víctor Sánchez del Amo, saben que deben recuperar esa personalidad para que regresen los buenos resultados. En rasgos como la intensidad, la concentración, la solidaridad y la solidez defensiva se cimentó el éxito de los deportivistas en la primera vuelta. Sin ellos, sus posibilidades se reducen frente a rivales con mayor potencial y recursos económicos, especialmente sin la atención atrás que convirtió a los deportivistas en el conjunto que menos remates a puerta concedía en toda la categoría.

Al equipo de Víctor Sánchez ya no resulta tan complicado hacerle ocasiones y eso ha derivado en un juego más inseguro de los deportivistas. De que recuperen el tono defensivo mostrado en el primer tramo del campeonato depende en buena medida el rendimiento en este segundo acto de la Liga.

El objetivo es mejorar unos números que elevaron las expectativas sobre el equipo y que ahora parecen menos ambiciosas. La matemática establece que ante el Valencia deben ganar para cumplir la ecuación. El rival, sin embargo, acude al compromiso con más urgencias incluso. Gary Neville todavía no ha conseguido ganar desde su llegada al banquillo valencianista y el equipo acumula nueve jornadas consecutivas sin una victoria. El juego no acompaña y además comparecerán en Riazor sin Alcácer, máximo anotador de un conjunto que no es capaz de rentabilizar en goles los millones invertidos este verano. La inestabilidad en la que lleva instalado el Valencia toda la temporada será una baza más para los deportivistas esta tarde.