El Deportivo comparecerá esta noche en El Molinón para enfrentarse al Sporting (22.05 horas) rumiando todavía el empate del lunes contra el Rayo Vallecano. No ha habido manera de que los blanquiazules consigan la primera victoria de 2016 y encadenan ya seis jornadas sin ganar. Los errores defensivos en unos casos y la falta de puntería en ataque en otros han retrasado ese primer triunfo, mientras al mismo tiempo se alimenta la desconfianza hacia los árbitros por sus actuaciones recientes.

El consuelo para el equipo de Víctor Sánchez ha llegado a través de las sensaciones transmitidas en las dos últimas jornadas, en las que los deportivistas volvieron a ser ese conjunto intenso, fiable y seguro que le ha permitido recorrer a estas alturas buena parte del camino hacia la permanencia.

La primera victoria de 2016, sin embargo, no puede esperar más para un equipo cuya meta está en evitar a toda costa los agobios de la temporada pasada. Los blanquiazules disponen de margen con respecto a las posiciones más peligrosas, pero las prisas a medida que se va agotando el calendario aumentan la competitividad en la zona baja de la clasificación. La prueba de ello es el propio Sporting, que ha conseguido abandonar los puestos de descenso a Segunda después de conseguir encadenar dos triunfos consecutivos.

Necesita el Deportivo poner tierra de por medio de una vez por todas con estos rivales inmersos en la lucha por la salvación, especialmente si se tiene en cuenta que los blanquiazules afrontarán durante el mes de febrero partidos contra equipos de la parte baja. Al partido de El Molinón le seguirán la visita a Riazor del Betis y los encuentros ante Espanyol y Granada.

Víctor recupera a Lux tras la sanción del argentino y seguirá confiando en los jugadores que se enfrentaron a Valencia y Rayo. A pesar de los dos empates seguidos, entiende que la imagen del equipo fue buena y que tan sólo los errores propios o ajenos terminaron evitando el triunfo blanquiazul.

Cani, Fayçal, Luis Alberto y Lucas se mantendrán como los jugadores ofensivos para un compromiso en el que deberán llevar el peso de la actuación deportivista. Enfrente, un Sporting en su mejor momento de la temporada después de golear a la Real y ganar al Valencia, con el aliciente de imponerse en uno de los campos de recuerdo más doloroso en el pasado reciente para los deportivistas, también por culpa de los árbitros.