No encuentra el modo de ganar el Deportivo, que ayer firmó su quinto empate consecutivo, el decimocuarto de la temporada, después de arrinconar al Betis a base de oportunidades que lo dejaron también a merced de un golpe catastrófico. Tuvieron ambición los blanquiazules para buscar la victoria, pero asumieron demasiados riesgos en ocasiones hasta convertirse en un conjunto desequilibrado, roto por momentos, como no se había visto en todo el curso.

Perdonó el equipo de Víctor en una primera mitad en la que acumuló una colección de oportunidades. Las tuvo de todos los colores para trasladar al marcador la superioridad que mostraba sobre el césped, pero le faltó la puntería que ya le castigó contra el Valencia y el Rayo Vallecano en partidos en los que también consiguió inclinar el campo sobre el terreno del rival. Hubo ocasiones en las que se destapó tanto hacia la portería del Betis que se mostró a merced de los contragolpes verdiblancos y las cabalgadas de Musonda, Van Wolfswinkel y Rubén Castro.

No le sienta bien esa versión a los deportivistas, que donde más cómodos se encuentran es sobre el equilibrio construido alrededor de Mosquera. Al centrocampista, sin embargo, se le vio ayer por momentos más en el balcón del área del Betis que manejando al equipo desde la medular. Quizá se contagió de la inercia que había adquirido el partido después del gol de Álex Bergantiños y el empate pocos minutos después de Musonda.

El tanto del coruñés pasado el cuarto de hora después de un saque de esquina lanzado con veneno por Lucas había encendido las esperanzas de que se pusiera por fin punto y final a la racha de empates y de partidos sin ganar que encadena el equipo. Por primera vez desde la visita del Valencia, los blanquiazules se veían por delante en el marcador, con la posibilidad de gestionar el resultado. Era un escenario en el que el conjunto de Víctor Sánchez del Amo se había mostrado fiable en otros momentos de la temporada, pero a partir de ahí el partido se le atragantó por completo a los deportivistas.

Un desajuste defensivo con el equipo completamente replegado sobre su área, con dos líneas muy bien trazadas desembocó en el empate del Betis. El equipo basculó en exceso hacia el costado de Navarro y dejó desprotegido el de Juanfran. Por allí andaba Vargas completamente solo, que colocó un centro hacia un Masounda todavía más solo en el punto de penalti.

Fue un error impropio de este Deportivo, como lo fue también que se destapase como lo hizo en lo que quedaba de primera parte para buscar colocarse de nuevo en ventaja. En pocas ocasiones se les vio a los deportivistas renunciar al equilibrio que han construido desde comienzos de temporada como anoche ante el Betis. Por momentos se vio al equipo partido, volcado sobre el área contraria y sin el fuelle suficiente para replegarse sobre su campo cuando los verdiblancos recuperaban la pelota. La distancia entre líneas aumentó y con ello la peligrosidad de las llegadas rivales. Fue a partir de esos momentos, sin embargo, cuando los deportivistas encadenaron el mayor número de ocasiones para recuperar la ventaja en el marcador. La tuvo Luis Alberto después de un contragolpe conducido por Fayçal en la banda derecha y en la jugada posterior fue Lucas el que conectó con su socio gaditano. Eran minutos de empuje y presión de los deportivistas, que aún tendrían otra gran oportunidad por medio de Cani, que se encontró con la portería a su favor para disparar después de una delicia de Lucas en el área.

Tanto perdonaron que en otro error colectivo el Betis encontró un respiro y la posibilidad de adelantarse en el marcador. Una pelota perdida por Mosquera obligó al equipo a correr hacia atrás ante el contragolpe del Betis. Era demasiado campo como para que la jugada tuviera un desenlace feliz para los blanquiazules y al final desembocó en una falta al borde del área que Vargas colocó en la red con la colaboración de la barrera. Ese tanto dejó claro que al conjunto de Víctor, si hay algo que se le atraganta, es defender con metros a favor del contrario.

El equipo se encontraba otra vez con la losa de levantar un marcador en contra, con el agravante de que las jornadas sin ganar se acumulan más de la cuenta. Se esperaba una reacción en la segunda mitad y llegó de manera parecida a la primera, con un equipo algo descompuesto en su ímpetu por buscar el empate y sometido a las peligrosas contras del Betis.

En esa ruleta encontró el empate después de acumular otra cantidad considerable de oportunidades. Fue Fayçal de nuevo, como ya hiciera ante el Rayo Vallecano, el que igualó para los blanquiazules después de una buena jugada que se inició en la izquierda. El franco-marroquí terminó de embocar el remate inicial de Lucas.

A los deportivistas se les presentaba entonces el dilema de cómo afrontar los 40 minutos que quedaban por delante. La fórmula empleada hasta entonces les había condenado a un partido de ida y vuelta en el que salió mejor parado el Betis, pero la ambición por dejar aparcada la racha sin ganar pesaba demasiado en el ánimo del equipo.

El equipo no encontró la fórmula intermedia y se abocó a un combate en el que de nuevo, como en la primera mitad, podría haber ganado a los puntos, pero en el que asumía el riesgo de que lo mandaran a la lona de un golpe. Esa sentencia la tuvieron entre Cartabia y Lucas, pero también un Betis que tampoco renunció a sus posibilidades en la ruleta.