Como si quisieran ponerse la venda antes que la herida, los jugadores deportivistas se han guardado muy mucho de calificar el partido de esta tarde contra el Levante como una "final". No les acaba de gustar, ni a ellos ni al presidente, Tino Fernández, porque entienden que el calendario todavía tiene el suficiente recorrido por delante como para que las consecuencias de un resultado negativo se vuelvan irreversibles, pero no les ha quedado más remedio que admitir la trascendencia de un compromiso vital para encarrilar la permanencia. "Final no es, porque quedan partidos. Final es cuando solo te sirve la opción de ganar para lograr tu objetivo. Pase lo que pase, la Liga sigue y seguiremos peleando", precisó ayer Alejandro Arribas cuando se le cuestionó sobre la naturaleza del encuentro de esta tarde. "Cada uno le puede poner el calificativo que quiera. Yo no diría final porque quedan muchos partidos detrás, pero sí le podría decir partido importantísimo para dar un paso casi definitivo", coincidió Cani después de su compañero en lo que parece un discurso unificado en el vestuario.

La plantilla se resiste a una definición que ha estado en boca de todos esta semana, incluida la del presidente. Tino Fernández evitó llamar final al partido de hoy, pero puntualizó que debe jugarse como si lo fuera. Fue el llamamiento del mandatario previo a la cita más trascendente en lo que va de campeonato. A los jugadores, sin embargo, no hace falta que se lo recuerden. "Todos somos ya mayores para saber la importancia de cada partido y éste la tiene, no hace falta decírnoslo", puntualizó ayer Cani sobre las palabras del presidente unos días antes.

La naturaleza del encuentro la tienen grabada los futbolistas, que vislumbran la posibilidad de dejar prácticamente encarrilada la salvación y al mismo tiempo descabalgar a un rival de sus opciones de seguir en Primera División. "Nosotros tenemos el objetivo de llegar a 40 puntos y, cuanto antes lo hagamos, menos sufriremos", apuntó Alejandro Arribas. "Si ganamos, dejaríamos a un rival muy tocado y a una distancia casi insalvable", añadió. "Si vuelven a fallar, se les complica muchísimo", secundó Cani.

Los jugadores trasladaron así la presión a un rival que acude como colista con la necesidad de sumar puntos en su camino para remontar posiciones en la clasificación. "Ellos se la juegan mucho más, no pueden cometer muchos errores", subrayó el centrocampista.

Una victoria serviría además para dejar atrás una de las peores rachas de la historia del equipo. Hace trece jornadas que los blanquiazules no se imponen en Liga, a una tan solo de la cifra del año pasado, que forzó a pelear la salvación en la última jornada en un partido dramático en el Camp Nou. "No podemos dejar pasar la oportunidad, llevamos mucho tiempo sin ganar", reconoció Cani. "Estamos haciendo partidos muy buenos en casa y tenemos que intentar cometer los menores errores posibles", insistió Arribas.