Álex Bergantiños, uno de los capitanes del equipo coruñés, fue de los que le tocó dar la cara tras la humillante derrota ante el Barça. "Tuvimos ocasiones para empatar, pero ya en la segunda parte fueron muy superiores y nosotros acabamos abriéndonos demasiado". Aunque se trata de una dura derrota, el de la Sagrada considera que el equipo debe centrarse en su próximo partido contra el Eibar: "Tenemos que asumir nuestra derrota y levantarnos rápido ya que llega un partido clave".

Respecto a la polémica suscitada por los silbidos al portero, Bergantiños quiso solidarizarse con su compañero: "Manu es un jugador con mucha personalidad, los goles los encajamos todos. No hay que personalizar la derrota". Como punto positivo, el centrocampista destacó el comportamiento de la afición. "Por desgracia ha sido un partido que la afición no pudo disfrutar, aunque en todo momento nos apoyo. Hay que agradecérselo". Para su rival, también tuvo buenas palabras: "El Barça es un grandísimo rival". Finalmente se refirió al futuro. "El sábado llega un partido completamente diferente y competido. Trataremos de prepararlo de la mejor manera posible".

Sidnei, que acabó formando pareja con Álex en el centro de la zaga, se mantuvo en la misma línea que su compañero: "La primer parte no estuvimos mal a pesar del resultado. La segunda se resume en impotencia, ya que el rival lo acertaba todo y nosotros empezamos a rompernos". Con todo, el brasileño destaca que la permanencia es un hecho. "Lo más importante es que el equipo sigue en Primera. Nadie se acordará de este bache si conseguimos arañar unos cuantos puntos en lo que queda de temporada. El equipo también estaba muy cansado", añadió.