Guilherme dos Santos llega cedido del Udinese por una temporada, pero con el objetivo de hacer méritos suficientes para que el Deportivo ejecute la opción de compra pactada en su contrato y se haga con sus derechos en propiedad. Quiere estar en A Coruña mucho tiempo y triunfar en Riazor, como hizo su paisano Mauro Silva durante 13 brillantes campañas en las que conquistó los seis títulos del Dépor: una Liga (2000), dos Copas (1995 y 2002), y tres Supercopas (1995, 2000 y 2002). De momento, solo se parece a su compatriota en que es natural del Estado de São Paulo, como el campeón del Mundo, y en que también juega de mediocentro. Guilherme prefiere evitar las comparaciones, pero conoce bien la trayectoria de Mauro en Riazor y por eso aspira a "hacer lo mismo que él hizo aquí".

"Lo conozco. Fue un gran futbolista y aquí jugó mucho. No nos vamos a comparar con Mauro Silva", zanja sobre el campeón del Mundo, que disputó 369 encuentros con el Dépor en Primera. "Espero hacer lo que él hizo aquí también", recalca el pivote, que se define a sí mismo como "un centrocampista con buen pase, que chuta bien desde fuera el área y participativo". Para él es "un sueño" llegar a LaLiga y además hacerlo en un "gran equipo" como el Dépor. "Mi expectativa es de poder jugar y ayudar. Estoy muy feliz de estar aquí. Estoy realizando un sueño al venir al campeonato español y a un gran equipo", declaró ayer en el Hospital Modelo.

El pivote con el que el Deportivo cierra el centro del campo se estrenó ayer en Abegondo a las órdenes de Gaizka Garitano. Por la mañana completó el reconocimiento médico, por la tarde se ejercitó por primera vez junto a sus nuevos compañeros y por la noche embarcó con el resto de la expedición blanquiazul rumbo a Uruguay. Entre los 23 futbolistas que viajaron, su compatriota Sidnei Rechel, convertido desde su llegada hace dos campañas en uno de los jugadores más importantes de la plantilla. A eso aspira también Guilherme, a brillar en A Coruña, convertida en una segunda casa para muchos brasileños en las últimas décadas.

Los fichajes de Mauro y Bebeto, en 1992, resultaron éxitos rotundos y el club siguió explorando ese mercado hasta reunir a cinco brasileños en el curso 1996-97, que finalizaron a las órdenes de su paisano Carlos Alberto Silva: Mauro, Donato, Rivaldo, Renaldo y Flavio Conceição. Con el mismo técnico repitieron al inicio del siguiente ejercicio Mauro, Donato y Flavio, a los que se sumaron Djalminha y Luizão. De nuevo cinco canarinhos, como en la 2000-01: Mauro, Donato, Djalminha, Emerson y César Sampaio. Desde entonces, solo Filipe Luis, que llegó en 2006, triunfó en Riazor. Menos suerte tuvieron Juca, Evaldo, Assunçao y Kaká, los últimos brasileños hasta el fichaje de Sidnei, al que ahora se une Guilherme.