Gaizka Garitano dirigió ayer su primer entrenamiento en Riazor después de haber trabajado en Abegondo de forma exclusiva toda la pretemporada, salvo durante el paréntesis de la estancia del Deportivo en Uruguay. Fue una especie de ensayo general en el estadio para afianzar conceptos tácticos y también para que los futbolistas, sobre todo los nuevos, se vayan familiarizando con el campo de fútbol en el que disputarán todos sus encuentros de casa, el primero el viernes 19 frente al Eibar (22.00 horas). A preparar lo mejor posible esa cita se orienta todo el plan de trabajo diseñado por el cuerpo técnico, tanto en el aspecto físico como el táctico. Ayer, Garitano dividió a sus jugadores en dos equipos de once para disputar un partido a campo completo durante el cual paró varias veces la acción para ir introduciendo correcciones sobre la marcha. También repasó las acciones a balón parado, a las que concede una gran importancia.

Fue el estreno del vasco en Riazor al frente del Dépor y también el primer entrenamiento que dirige a puerta cerrada, ya que únicamente se permitió el acceso durante el calentamiento, en el tramo inicial de la sesión. Gaizka quiere cuidar todos los detalles para que frente a su exequipo el Dépor debute con buen pie, mostrando desde el primer momento las señas de identidad que ha tratado de plasmar desde que se hizo cargo del conjunto coruñés. "Busca que el equipo sea intenso, con la presión arriba y que sea atrevido", resume Carles Gil, uno de los refuerzos para el nuevo curso. "Y luego hay que intentar tener un buen trato de balón. Poco a poco vamos cogiendo los conceptos que él quiere y poniéndonos a punto para el comienzo de Liga", argumenta el joven.

El mediapunta ya acumula muchas sesiones a las órdenes de Garitano y "la adaptación está siendo buena". Como en su caso, la mayoría de los fichajes llegaron muy pronto a A Coruña, con tiempo suficiente para ir asimilando poco a poco y sin prisas la filosofía y los automatismos que pretende instalar el nuevo técnico blanquiazul. "Todos hemos llegado relativamente pronto -explica el excanterano ché- y eso ayuda a adaptarnos al grupo, al entrenador, a lo que él quiere y a lo que él propone. Es un punto a favor".

El amistoso de esta noche contra el Feirense (21.00 horas) y los otros dos, ante Villarreal y Sporting de Gijón, que el Deportivo afrontará antes del inicio de Liga servirán para acabar de pulir esos detalles que todavía faltan por ajustar. Garitano sigue trabajando con dos esquemas diferentes, por una parte el clásico 4-2-3-1 con la variante del 4-4-2, y por otra el 3-5-2 con tres centrales, dos carrileros largos, tres centrocampistas por dentro y dos delanteros.

Al margen de cuál sea el dibujo elegido para el estreno, el Dépor afrontará esa cita con la máxima motivación. La cuenta atrás ya está en marcha y los jugadores tienen "muchas ganas" de que llegue "el partido importante, que es el primero de Liga". "Van pasando los días y cada vez queda menos para el debut -recuerda Carles Gil-. Las piernas van funcionando mejor, nos vamos poniendo a punto y todos estamos con muchas ganas de que llegue ese partido".

El valenciano es uno de los muchos refuerzos ofensivos que han llegado este verano a las filas del Deportivo. Su posición natural es la de mediapunta, aunque se encuentra "igual de cómodo" dejándose caer a banda para aparecer de fuera hacia dentro. Lo que quiere es participar y lo hará siempre encantado, sea cual sea la demarcación: "Donde el míster quiera que juegue, lo haré. Me encuentro igual de cómodo por el centro, por la derecha o incluso por la izquierda. Hay que adaptarse a lo que el equipo y el entrenador quieran", añade Gil, cuyo deseo es "ayudar en todo lo posible" a que el Dépor logre cuanto antes el objetivo inicial de la salvación.