El entrenador del Deportivo, Gaizka Garitano, se marchó "contento con el punto" conseguido ante el Betis en el Benito Villamarín, al asegurar que es "un campo muy difícil". "Estamos en una fase de inicio, pero estamos contentos. El equipo defiende muy bien y juega bien. Nos ha faltado algo en el último cuarto de campo, pero trabajamos mucho", dijo en una breve comparecencia en rueda de prensa el preparador vasco del Dépor.

Garitano indicó que su equipo "ha pagado el calor" que hacía en Sevilla, ya que no están "acostumbrados" a dicha situación y al final les "ha costado un poco". "Tiramos algunas contras que podían haber llegado a más, pero nos vamos contentos con el punto", recalcó el técnico deportivista, quien también se refirió a la necesidad de fichar a un punta tras la salida de Lucas Pérez. "Tenemos que traer un delantero, está claro. Tenemos pocos días para hacerlo. Vamos a ver si llega algo", apuntó al respecto.

Por su parte, el entrenador del Betis, Gustavo Poyet, dijo que no entendía la bronca del público tras el empate y, ante una pregunta sobre esa cuestión, espetó al periodista que estaba "buscando la parte mala" del debut, tras lo que se negó a extenderse sobre este asunto: "Vi un poco de nerviosismo, como ya dije durante la semana, cuando esto es una carrera muy larga, una maratón. Por ello, hay que tener un poquito de calma, nada más".

El uruguayo indicó que, tal como habían planteado el partido, "había que arriesgar" y que para ello tenían que "irse hacia adelante", algo que consideró que hizo su equipo, además de destacar que tuvieron "ocasiones, pero no se han materializado en gol, que es lo que te cambia el sentimiento". El técnico verdiblanco subrayó que no haber convertido las ocasiones es lo que ahora les hace "no estar contentos, pero podría haber habido una fiesta" si el balón llega a entrar. "Ésa es la diferencia de haber hecho gol en el momento justo, en alguno de los tiros", comentó en su análisis el preparador verdiblanco.