La permanencia del Deportivo se decidirá mañana en función de lo que suceda en El Madrigal. El conjunto de Pepe Mel depende de sí mismo para sellar su continuidad en Primera División, acabar con la agonía de este final de campeonato y no jugársela en la última jornada ante la Unión Deportiva Las Palmas. La salvación, no obstante, también pasará por lo que ocurra entre Sporting y Eibar.

La plantilla insiste en su confianza antes de visitar al Villarreal, pero no serán pocos los que dirijan su atención hacia lo que suceda en Ipurua. Carles Gil lo comprende dado el rendimiento ofrecido por los deportivistas en sus compromisos más recientes y después de los dos patinazos consecutivos ante Osasuna y Espanyol, pero al mismo tiempo puntualiza que en el vestuario son conscientes de la importancia del partido. "Esta temporada no hemos dado buenas sensaciones fuera de casa, los resultados han sido muy malos y a estas alturas es lógico que igual no se confíe tanto en que vayamos a sacar el partido adelante, pero al final los que tenemos que confiar somos nosotros, tenemos claro qué hacer, es un partido en que nos estamos jugando la vida. Tenemos que ir a por ellos", subrayó.

La mala dinámica acumulada por el conjunto blanquiazul en las últimas semanas (cinco puntos de los últimos 27 posibles) hacen que se mire sin disimulo a lo que ocurra entre Eibar y Sporting. Las esperanzas están depositadas en el equipo guipuzcoano si el Deportivo no es capaz de lograr el triunfo que la garantizara la permanencia por sus propios medios. En ese caso, todo lo que no sea una victoria de los asturianos salvaría los de Mel automáticamente.

Con la octava plaza en juego, el Eibar pondrá en liza algo más que la honra ante el Sporting. De que los guipuzcoanos conserven esa posición en la tabla depende una suculenta prima por parte de la directiva pactada a comienzos de la temporada y también unos ingresos adicionales para el club procedentes de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). "Antes parecía que daba igual quedar octavo o décimo porque no había dinero de por medio, pero ahora para todos hay un aliciente. Antes se hablaba de primas a terceros pero una vez que sales al terreno de juego, el jugador sale a competir, once contra once, y ya no sabe lo que puede haber", recordó ayer el entrenador del Eibar, José Luis Mendilibar, sobre la forma en la afrontarán el encuentro.

La situación límite la afrontará el Sporting, consciente de que tan solo le vale un empate. Los asturianos, sin embargo, se agarran a las posibilidades que todavía les ofrecen las matemáticas. "Prefiero la situación de nuestros rivales, están por encima en la clasificación", admitió ayer el entrenador del Sporting, Rubi. El técnico rojiblanco, sin embargo, recordó que ni Deportivo ni Leganés han logrado todavía la permanencia y que ellos están obligados a aferrarse a sus opciones. "Mientras no estén matemáticamente salvados, no podrán estar tranquilos", añadió.

Buena parte del deportivismo tendrá un ojo puesto en ese encuentro de Ipurua mientras los jugadores blanquiazules se centran en lograr la victoria que les asegure la permanencia de manera definitiva. No quieren despistes cuando dependen de sí mismos para clausurar una temporada que se les ha atragantado más de lo que les hubiera gustado. "No pienso nada en ese partido, ponerme a pensar en los otros es lo que me faltaba. No dudo de la profesionalidad de los jugadores, todos queremos salir a ganar aunque no nos juguemos nada", insistió ayer Carles Gil después del entrenamiento del equipo en las instalaciones de la ciudad deportiva de Abegondo.