Pasará el tiempo y del partido solo quedará el punto que puede ser clave para la salvación coruñesa, pero la realidad, en caliente, es que el Dépor se salvó de la derrota en un duelo que fue como un pez recién salido del mar para él: escurridizo, en casi ningún momento supo meterle mano, controlarlo. Primero en el que el grupo de Cristóbal fue inferior a su rival desde que se sentó en el banquillo de Riazor. Lo llevaba la marea rojiblanca al equipo. Al menos, no se fue de vacío, como en los dos últimos. Sin duda, notó las bajas y le volvieron a penalizar los errores individuales. Tuvo que rehacerse para poder crear y solo funcionó cuando el Athletic daba un paso atrás. Eso sí, no le faltó amor propio. Un Dépor-Athletic que sacia por el punto, pero que hay que analizar con lupa.

Ante la avalancha de bajas, el deportivismo había recobrado el ánimo en la previa con la noticia de la vuelta de Adrián y Carles Gil. Regresaba la luz a Riazor. En el encuentro se demostró que la reaparición del asturiano, un tanto y una asistencia, no era un hecho menor. Faro atacante en las tinieblas que transitó el equipo coruñés durante muchos minutos del primer acto. Notó en exceso el grupo de Cristóbal especialmente las ausencias de Sidnei y Guilherme; Navarro también estaba incómodo en el cortocircuito en la transición que tenían los blanquiazules. Precisamente, de una mala combinación entre lateral y el pivote coruñés nacía el primer tanto vasco en una jugada en la que Aduriz no marcó, pero en la que hizo magia sobre el césped. El equipo bilbaíno fue eléctrico e intenso en el lance, la sutileza del ariete fue la que dio sentido a todo. 0-1 en el minuto 15, una poca sana costumbre que el Dépor cumple de manera religiosa. A remar. Y lo peor para los coruñeses no era el marcador, era la sensación de que estaba a otro nivel, inferior, al del Athletic en fútbol. La falta de ideas blanquiazul no presagiaba nada bueno.

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El Dépor saca un punto ante el Athletic

Para suerte de los coruñeses el 0-1 tuvo un efecto sedante en los hombres de Ziganda. Bajaron un poco su nivel y justificaron sus doce puntos en la tabla hasta hoy. El Dépor seguía justito, pero se subió a hombros de Adrián y, tras unos pocos chispazos, llegó la alegría en una jugada aislada. El tanto fue del asturiano, aunque parte del mérito, del cambio blanquiazul, llegó desde la zona del mediocentro. Fede Valverde retrasó su posición y empezó a participar en el inicio de la jugada y a partir de ahí el equipo encontró una vía de salida al laberinto en el que estaba metido. Los últimos minutos sirvieron para que el Athletic recobrara el tono y el ánimo. Casi consigue el 1-2, reclamaron penalti a Mikel Rico en una jugada de una indolencia sonrojante en el área local. No les sobraba el descanso.

El paso por los vestuarios planteó un escenario en el que el choque estaba más igualado y en el que no se encontraba Pedro Mosquera. Cristóbal colocaba definitivamente a Valverde en la creación y Edu Expósito, un hombre de su confianza, acompaña a Borges unos metros más adelante. Durante unos minutos pareció funcionar en un enfrentamiento algo más roto y con más opciones para ambos equipos. Todo abierto. Se volvió a romper en una jugada aislada. Aparición furtiva del villano de guardia, Raúl García, y su control y pase a Williams no fue desaprovechado por Iñaki. La primera vez había avisado, en esta segunda solo golpeaba el Athletic.

Al Dépor y a Riazor les dejó muy frío el tanto, no se lo creían. Vuelta a empezar. Cristóbal no tardó en volver a mover el banquillo. Más pólvora con la entrada de Andone, perdía control con dos arietes y el tridente. Entre la adaptación y unos minutos que estuvo groggy, se mascó el 1-3. Lo rozó Mikel Rico, Iturraspe mandó una al palo. Pero nada estaba escrito, quedaban más vaivenes.

Como ocurrió con la primera ventaja vasca, el Athletic dio, de repente, un leve paso atrás y el Dépor, empujado por Riazor y con más corazón que cabeza, acabó presionando, buscando el empate. Con una arrancada de Fede Valverde, con el corazón de Andone... y finalmente fue en una jugada a balón parado. Adrián peinó en el primer palo y en el segundo apareció el salvador Schär, repetía como goleador. 2-2. Quedaban quince minutos, todo en el aire, los nervios a flor de piel.

Y, de nuevo, reaparecieron los vascos. El Dépor, un manojo de nervios, se defendía como podía. No confiaba en exceso en lo que estaba haciendo. Albentosa, superado, le regaló a Williams el 3-2 tras un rechace, al palo. A los coruñeses no les duraba nada la pelota, estaban a merced, achicaban y rezaban. Aguantaron y casi el descuento les premia. Jugada por la derecha, apareció Carles Gil, fresco y con ideas, y filtró un pase a Juanfran, que le permitió colarse en el área. El disparo el lateral olía a 3-2, se fue por nada. No era el día. Un punto que suma, pero que da mucho que pensar.

Ficha técnica (Deportivo-Athletic, 2-2):

Deportivo: Rubén Martínez; Juanfran, Schär, Albentosa, Fernando Navarro; Mosquera (Edu Expósito, min.46); Fede Cartabia (Carles Gil, min.85), Borges (Andone, min.63), Fede Valverde, Adrián López; y Lucas Pérez.

Athletic: Kepa; Bóveda, Unai Núñez, Laporte, Balenziaga; Iturraspe, Mikel Rico; Williams, De Marcos (Raúl García, min.54), Susaeta; y Aduriz.

Goles: 0-1, min.15: Susaeta. 1-1, min.35: Adrián López. 1-2, min.60: Williams. 2-2, min.76: Schär.

Árbitro: González González, del colegio castellanoleonés. Mostró amarilla a Mosquera (min.39), Fede Cartabia (min.44), Edu Expósito (min.68) y Albentosa (min.87), por parte del Deportivo; y a Laporte (min.71), del Athletic.

Incidencias: Partido de la decimotercera jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Abanca Riazor ante 20.879 espectadores. Antes del encuentro se dio lectura a través de la megafonía del campo de un mensaje contra la violencia de género.