El comité de empresa de Alcoa en A Coruña (el de Avilés lo hará hoy) y la dirección de la multinacional firmaron ayer un preacuerdo por el que los trabajadores aceptan el expediente de regulación de empleo temporal (ERE) que la compañía presentó la pasada semana. El pacto, que deberá ser ratificado por los empleados en una asamblea que se celebrará el próximo miércoles, suaviza algunas de las condiciones que la firma había propuesto al inicio de las negociaciones.

Los trabajadores afectados por el ajuste, según aseguró el presidente del comité, Nazario Arias, recibirán el 85% del salario y el 100% de las pagas y las vacaciones. En un principio Alcoa había comunicado que el expediente de regulación sería por un período de un año y que como la reducción de la producción de la planta tenía que ser de la mitad, el recorte de la plantilla también debía ser del 50%: 210 de los 423 operarios.

Pero primero se llegó al acuerdo de que el ERE fuese rotatorio para toda la plantilla por lo que todos los trabajadores, en lugar de un año, estarían durante seis meses fuera de sus puestos de trabajo. Después, al incluir las vacaciones (pagadas), el tiempo se redujo hasta los cinco meses. Según el acuerdo que firmaron ayer, los empleados afectados por el expediente estarán en sus casas 70 días laborales, lo que supone unos cuatro meses. Arias no descartó ayer que esta cifra se pueda reducir aún más.

También se rebajó el número de trabajadores afectados: de los 210 previstos a 173. "Cuando dijeron que el ERE afectaba a la mitad de la plantilla no pensaron que con el 50% de los trabajadores no era posible seguir trabajando", reconoció Nazario Arias. El presidente del comité de empresa también es optimista sobre la reducción de esta cifra ya que "puede haber bajas incentivadas y traslados".

Del acuerdo se descolgó la CIG que, en un comunicado, rechazó el pacto "al no reconocer las causas económicas ni productivas en las que está basado" el ERE. La central sindical aseguró que en los últimos tres años, tanto las instalaciones de A Coruña como la de Avilés, tienen un resultado positivo. "Como ejemplo se puede citar que en 2011 la empresa tiene un saldo positivo próximo a los 400 millones de euros y un resultado de explotación de las fábricas de casi 11 millones", explicó el sindicato.

En el comunicado también señaló que la situación de la fábrica de A Coruña "no es coyuntural, sino provocada" y rechazó como causa de la presentación del expediente de regulación la previsión de pérdidas para este año "por estar calculada con un precio de cotización del aluminio a la baja", ya que, según la CIG, el valor actual "implicaría beneficios si fuese usado para calcular esa previsión".

Mientras el comité de empresa negociaba las condiciones del ERE, los trabajadores, unos 200, se concentraron ante las instalaciones de la empresa en A Grela y protagonizaron un corte de tráfico en la carretera de Baños de Arteixo que provocó retenciones entre las 18.30 y 19.00 horas, según informó la Policía Local. Uno de los trabajadores resultó herido al explotarle un petardo en la mano y tuvo que ser atendido por los servicios sanitarios. La protesta había sido convocada para reclamar garantías de futuro para los empleados ante el ERE de suspensión temporal.