La economía española no saldrá del estancamiento hasta al menos 2015. Así lo afirmó ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI), que de este modo empeora las previsiones que había difundido en abril, cuando avanzó un crecimiento esperable del PIB español del 0,7% en 2014. Ahora el FMI aplaza en al menos un año más las primeros vestigios, aunque leves, de repunte y prevé un comportamiento plano de la economía el año próximo (0% de crecimiento) al tiempo que mantuvo su predicción de un retroceso del 1,6% para este año.

Este anuncio nada risueño del FMI de España se produjo mientras en Bruselas el ministro español de Economía, Luis de Guindos, mantuvo su tesis de que "ya en la segunda parte de este año España va a tener cifras positivas de crecimiento económico en términos trimestrales" y cuando en Madrid el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, aunque no tan optimista, sí vaticinó que el crecimiento de la economía española estará "muy cerca de cero" en el tercer trimestre de este año, habida cuenta de que España se encuentra "próxima al punto de inflexión".

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró que España será capaz de "superar las previsiones" del FMI.

El Gobierno del PP empezó a hablar de "rayos esperanzadores" y de "signos positivos incipientes" en la economía en marzo de 2012. Luego fue aplazando la recuperación hasta 2013 y desde hace unos meses ha hecho una ofensiva dialéctica en la creencia de que la recuperación no se demorará más allá de 2014.

Para el FMI las medidas de ajuste aplicados por el Gobierno son la principal causa del empeoramiento de su predicción. A ello se suma el débil crecimiento europeo. El FMI recortó ayer sus previsiones para el área monetaria del euro en dos décimas para este año y en una para 2014, con lo que, de cumplirse este vaticinio, la eurozona decrecerá de media el 0,6% en 2013 y tendrá un crecimiento de 0,9% en 2014.

El FMI reclamó por ello a los miembros de la eurozona acciones "concertadas" para impulsar el crecimiento, reducir el desempleo y eliminar la fragmentación financiera y de la política monetaria, y reclamó al Banco Central Europeo (BCE) más medidas, caso de nuevos recortes de tipos y más inyecciones de liquidez que apoyen la recuperación de la unión monetaria.

El anuncio del FMI sobre España generó nerviosismo en el mercado, que se manifestó con una subida de la prima de riesgo española hasta los 310 puntos básicos. La Bolsa, que estaba subiendo el 1%, se dio la vuelta y retrocedió un leve 0,03%.