La visita del Papa a Santiago podría poner el broche de oro a un buen año para el turismo gallego. Tras una Semana Santa durante la que la afluencia de visitantes y peregrinos a la comunidad alcanzó niveles superiores a los del último Año Santo, los hosteleros se preparan ya para el inicio de la temporada alta pero sin perder de vista una cita que convertirá Santiago y Galicia entera en el epicentro mundial del turismo religioso. A ocho meses de que Benedicto XVI viaje a Galicia, los hosteleros son conscientes del gran negocio que supondrá su visita y quieren convertirla en un revulsivo económico para un sector al que la crisis golpeó con dureza.

A estas alturas, encontrar una habitación en Santiago para el 5 o el 6 de noviembre resulta difícil y algunos de los principales hoteles de la capital gallega han colgado ya el cartel de completo. Es el caso del AC Palacio del Carmen, el Puerta del Camino o el Hostal dos Reis Católicos, que desde hace semanas ya no tienen disponibilidad para esas fechas. Y los afortunados que consigan todavía una habitación en Santiago o ya tengan hecha su reserva deberán pagar un alto precio.

Aunque el Papa sólo estará en Galicia durante unas horas y, de momento, su agenda es un misterio, cientos de personas, asociaciones y grupos religiosos llevan semanas haciendo gestiones para poder estar en la capital coincidiendo con su visita. Este aumento de la demanda alojativa para el primer fin de semana de noviembre se ha traducido en un considerable incremento de los precios, que en los hoteles de mayor categoría de Santiago se han duplicado para esas fechas.

Por una habitación doble para el 5 de noviembre se están llegando a pedir hasta 400 euros aunque lo cierto es que todavía es posible encontrar alojamiento con tarifas algo más asequibles. El precio medio en un hotel de cuatro/cinco estrellas ese fin de semana oscila entre los 150 y los 200 euros, si bien la mayoría de los establecimientos que aún tienen disponibilidad para el 5 y 6 de noviembre alertan de que quedan pocas habitaciones libres.

Es el caso del Meliá Araguaney, que no ha dejado de recibir reservas desde que se anunció la visita. Mar Ríos, directora-gerente del hotel, explica que las tarifas -unos 150 euros- son "muy variables". "Igual que pasa con los billetes de avión, el precio depende de la duración de la estancia, de la demanda, del pack... Pero las tarifas para ese fin de semana serán buenas en un escenario como el actual de tarifas bajas debido a la crisis", dice.

Hoteles como el Tryp Sal Lázaro, con ofertas de 170/180 euros para esas fechas, el Hotel Monumento San Francisco, 237 euros por una habitación doble, o el Puerta del Camino, un cinco estrellas en el que no quedan habitaciones pero que pedía 199 euros, han duplicado sus tarifas habituales del mes de noviembre. Prueba de ello es que apenas unos días antes del viaje del Pontífice el precio de la misma habitación en estos tres hoteles baja a 85, 123 y 106 euros, respectivamente.

Este incremento de precios vinculado a un evento extraordinario como será la visita del Papa es una práctica frecuente en el sector. De hecho, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Santiago, José Antonio Liñares, explica que ya no existe una distinción clara entre "temporada alta y baja" sino que el "objetivo" es conseguir un "precio medio alto". "Aunque teóricamente noviembre y octubre son meses de temporada baja, si hay un gran congreso las tarifas suben y se puede pagar la misma habitación más cara que en julio. La rentabilidad ya no está tanto en la ocupación como en el precio medio", explica Liñares, quien, no obstante, descarta que la visita del Papa dé pie a la "especulación" en el sector salvo en el caso de los alojamientos "fuera de ordenación", como segundas residencias o pisos ilegales, cuyos dueños se "aprovecharán" de la demanda para hacer su agosto en noviembre.

Pero el aumento de precios no es un terreno vedado sólo a los establecimientos de gama alta. Liñares apunta que los hostales, hoteles pequeños y hasta el turismo rural de Santiago y comarca también están revisando al alza sus precios.

Las tarifas que se están pagando por habitación y el incremento de las reservas es la mejor muestra del "tirón" que tiene el Papa y del potencial del turismo religioso, capaz de mover desde congregaciones eclesiásticas y parroquias enteras hasta familias o grupos de amigos de todo el mundo. "Llevamos semanas notando muchísimo movimiento para esas fechas. Y el mismo día en que se confirmó la visita del Papa empezamos a recibir llamadas", explica Liñares, que añade que los que más prisa se dieron fueron las operadoras y grandes intermediarios, que casi de inmediato "bloquearon" la disponibilidad para ese fin de semana con la intención de ocupar las plazas al mejor precio.

Por eso, y aunque hay hoteles que ya tienen lleno ese fin de semana, Liñares explica que algunos establecimientos, sobre todo aquellos ligados a grandes cadenas hoteleras, también han "bloqueado" las plazas para ese fin de semana con la intención de seleccionar al cliente y ofrecer paquetes especiales.

De hecho, en alguno de los principales buscadores de hoteles por internet aún se puede encontrar ofertas especiales por debajo de los 100 euros la noche.

Si las previsiones de los propios hosteleros se cumplen, el 6 de noviembre no cabrá ni un alfiler en Santiago. La Confederación de Empresarios de Hostelería de Galicia calculó días después de que se confirmara la visita del Papa, que su presencia atraería a unas 500.000 personas a Galicia. Ante semejantes cifras, pronto surgieron los primeros temores, como los previsibles problemas de aforo para albergar cualquiera de los eventos que rodeen al viaje de Benedicto XVI o la imposibilidad de alojar en Santiago a semejante número de personas.

Aunque José Antonio Liñares rebaja estas previsiones, está seguro de que la visita del Papa llenará no sólo la capital sino todas las ciudades situadas a menos de una hora. Y es que Santiago sólo dispone de entre 8.000 y 9.000 plazas hoteleras y 20.000 de otro tipo de alojamientos, incluidas las instalaciones del Monte do Gozo y los pisos en alquiler. Por eso, Liñares da por hecho que la visita del Papa tendrá un "efecto arrastre" en toda Galicia y prevé que se llenen también los hoteles de A Coruña, Pontevedra, Vigo y Rías Baixas, en este último caso, por ser la zona predilecta de los touroperadores.

Lo importante para el sector, con todo, no es tanto que Santiago y sus alrededores "se llenen durante dos o tres días", sino el "impacto mediático" y de "promoción" que viene asociado a un evento multitudinario como éste. En este sentido, el presidente de los hosteleros compostelanos recuerda el "malestar" que suscitó la "omisión" de la ciudad en las campañas publicitarias del Xacobeo diseñadas por la Xunta. La visita del Papa esperan que se convierta en un revulsivo para Santiago y Galicia entera, pero para ello Liñares considera necesario que el sector actúe "unido y coordinado", de ahí que ya hayan mantenido reuniones para planificar la campaña de verano y la visita papal.