La ruta del hachís se amplía y España ya se abastece de este tipo de estupefacientes en países de Asia central próximos a Bulgaria. La investigación sobre un grupo de narcos gallegos que llevó a la Guardia Civil hasta una red hispano albanesa que pretendía introducir 4.200 kilos de hachís en un velero por un puerto deportivo de Alicante, ha permitido descubrir que el barco, de bandera británica, cargó la droga en aguas del Mediterráneo más allá de Turquía. Al hachís marroquí, que habitualmente abastece el mercado ilegal español, le ha salido un fuerte competidor en Asia, donde se produce hierba de mejor calidad, según algunos expertos en la lucha antidroga. Las organizaciones búlgaras, especializadas en el tráfico de heroína y con importantes contactos con las mafias turcas, han ampliado su actividad al hachís y empiezan a introducir sus estupefacientes en Europa a través de las costas españolas.

Diez detenidos —cuatro ciudadanos albaneses y seis españoles, ninguno de ellos gallego—; más de cuatro toneladas de hachís intervenidas, así como una pistola, un revólver, seis vehículos (entre ellos varias furgonetas para el transporte de la droga), un velero y 70.000 euros en metálico, es el balance provisional de la operación Gabela, en alusión a las gamelas gallegas, desarrollada por el grupo especializado contra el crimen organizado de la Guardia Civil ECO de Galicia y dirigida por el titular del Juzgado de Instrucción 3 de Cambados en las provincias de Alicante, Málaga, Jaén y Murcia.

Falsificaciones

Los detenidos en la operación antidroga tenían documentos de identidad falsos y dos armas de fuego

El abordaje del velero y las primeras detenciones tuvieron lugar a mediados de julio en el Puerto Vatasa de la localidad de Santa Pola (Alicante). Los siete primeros detenidos fueron trasladados a Cambados y tras prestar declaración el juez ordenó su ingreso en prisión. Los tres últimos arrestos se produjeron hace unos días en Alicante y Murcia, ya que estas personas, de nacionalidad española, habían logrado eludir el cerco policial inicialmente. Entre ellos se encuentra un vigilante de seguridad del puerto de Santa Pola, donde realizaron la descarga de la droga a pie de embarcadero. Las investigaciones del ECO de Galicia comenzaron en abril y son fruto del análisis de documentación intervenida en otras operaciones a narcos gallegos. La información incautada permitió conocer que ciudadanos búlgaros asentados en Marbella (algunos con antecedentes por narcotráfico), planeaban con un grupo de españoles residentes en Alicante introducir un importante alijo de hachís por vía marítima. Las reuniones entre los integrantes de ambos grupos se realizaron en hoteles de lujo y centros comerciales, para lo que adoptaban grandes medidas de seguridad.

La noche del 16 de julio descargaron los 140 fardos de hachís en el Puerto de Vatasa, los agentes gallegos controlaban el velero y las furgonetas donde cargaron la droga, dos de ellas alquiladas, y cuando transportaban el alijo por carretera a una nave industrial fueron interceptados. En aquel momento se detuvo a los conductores de las dos furgonetas y un acompañante, todos ellos ciudadanos españoles, y a un búlgaro que había realizado labores de contravigilancia en las proximidades del puerto. De forma simultánea, otro equipo de agentes arrestaron en Andújar (Jaén) a otros dos ciudadanos búlgaros que huían hacia Marbella por carretera al comprobar que parte del grupo había sido detenido. El velero, ajeno a las detenciones tras la descarga controlada, navegaba hacia el Mediterráneo cuando el Servicio Marítimo de la Guardia Civil lo interceptó y detuvo al capitán.

En los cuatro registros domiciliarios practicados, tres en la provincia de Alicante y otro en Marbella, se intervinieron documentos de identidad falsificados, sistemas informáticos y teléfonos móviles, así como diversa documentación de interés para la investigación. La operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones y la apertura de nuevas investigaciones con ramificaciones en Galicia.