Una oleada de incendios puso ayer en jaque los municipios de As Neves y Ponteareas, donde anoche el fuego se daba por extinguido tras haber quemado unas 30 hectáreas. El fuego declarado el martes en la parroquia ourensana de Castro de Rei quedó controlado tras calcinar 45 hectáreas, 12,15 de monte arbolado. En el norte de Portugal, las llamas cercaron el parque natural de Penada-Gerés, fronterizo con Galicia. Y en Lugo, el incendio declarado en una parroquia de Sober continuaba activo a última hora de ayer tras arrasar más de 70 hectáreas.

Sobre las siete de la tarde, los vecinos de As Neves vivieron momentos de pánico. El fuego, con cinco focos, cercó prácticamente la villa poniendo en peligro viviendas e instalaciones públicas, entre ellas un colegio de infantil y primaria y una gasolinera. El incendio obligó a los medios de extinción coordinados por la Consellería de Medio Rural de la Xunta, y con participación del Ejército de Tierra, a desplazar el grueso de su operativo desde la zona de Oliveira, Guillade y Cumiar (Ponteareas) hasta As Neves. Pese a los momentos tensión, la virulencia de las llamas cerca de las casas, el humo que afectó a numerosos vecinos -siendo necesario el reparto de mascarillas-, pasadas las 21.30 horas se daba por cerrada la etapa de mayor peligro, y sólo quedaba una lengua de fuego activa. Aún así se mantuvo cortada al tráfico la carretera de circunvalación y el paso a algunas calles del centro donde el humo era muy intenso.

Residencia de ancianos

El incendio de Ponteareas se inició pasadas las 14.00 horas en Cumiar. Los brigadistas creen que también se trata de un fuego intencionado, ya que llegaron a localizarse varios focos diferentes, y se extendió con rapidez por los montes de eucalipto -algunos ya quemados por otros incendios de julio- hasta llegar a viviendas y a la residencia de ancianos de Guillade, que tuvo que ser desalojada por seguridad, pero donde no se produjeron daños personales. Para la extinción se emplearon cinco agentes forestales, nueve brigadas, seis motobombas, seis helicópteros, cuatro aviones, un Grupo Municipal de Intervención rápida y dos palas excavadoras.

El martes también fue una jornada negra en el Condado. Las llamas se iniciaron con un foco en A Cañiza, en la zona conocida como alto de Moncelos en las parroquias de Deva y Petán. Los medios operativos se trasladaron a la zona y trabajaron hasta prácticamente las dos de la tarde dando por extinguido el incendio. Con el viento en contra, las brigadas terrestres y los medios aéreos trabajaron a destajo, "hasta quemarse los pies" como aseguró un brigadista al que fuego prendió en una bota.

Las zonas en las que ayer se produjeron los incendios son, según un técnico vinculado a la investigación de incendios en la comarca, zonas en las que en otros veranos se produjeron otros parecidos y se asegura que son incendios intencionados. La policía autonómica y los servicios de investigación recogieron los primeros datos en busca de pistas.

También la localidad de Arbo sufrió un incendio, y se produjeron otros focos en Porriño, Fornelos de Montes o Pazos de Borbén. Además de los cortes de las carreteras, entre ellas, la PO-402 de Vilasobroso a Salvaterra y la circunvalación de As Neves, también sufrió un corte la línea férrea Ourense-Vigo. Por esa razón, casi 250 pasajeros de Renfe se vieron afectados. Las llamas cercaron las vías en zonas como Salvaterra y As Neves y varios trenes tuvieron que parar. El primero fue el Arco que venía de Bilbao en dirección a Vigo. El maquinista tuvo que frenarse en Guillarei y, aunque minutos después la compañía le dio el visto bueno para que continuara, los responsables forestales obligaron de nuevo al convoy a que se detuviera. El tren puso salir de nuevo pasadas las 22.10 horas.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, informará en el Parlamento sobre los incendios. Y detallará "hectárea por hectárea" lo sucedido en los montes gallegos durante el verano a petición propia. Así lo aseguró ayer antes de pedir evitar "polémicas inexistentes" porque "el único enemigo es el fuego". Feijóo respondió con esta afirmación a las acusaciones por parte de PSdeG y BNG de practicar una política informativa "oscurantista" sobre los fuegos" registrados en la comunidad, refiriéndose a la decisión de Medio Rural de no informar de los fuegos que no afecten a más de 20 hectáreas. "La única polémica debe ser contra la gente que pueda plantar (fuego)", reclamó.

"En este momento, está toda la gente funcionando de forma ejemplar", dijo sobre el trabajo de las brigadas. Será cuando termine la temporada de incendios, cuando "el Gobierno pedirá comparecer" no solo para ofrecer datos "detalladamente", sino que "se explicarán todos los datos hectárea por hectárea de los fuegos ". Además, pidió a quienes le critican que aporten su grano de arena. "Lo que nos gustaría es que nos ayudasen y podamos vencer a los que quieran quemar el patrimonio gallego", dijo.