Entre el día 1 y el 19 de octubre se calcinaron en los montes gallegos 16.930 hectáreas, una cifra que supone ya más de la mitad (el 55%) de la superficie arrasada en lo que va de año. Según el Gobierno gallego, un total de 1.635 fuegos asolaron este mes la comunidad, sobre todo en la provincia de Ourense.

En este contexto, el departamento de Medio Rural manifestó ayer su preocupación por que el Ministerio de Fomento cerrase la base aérea de extinción de incendios de Beariz (Ourense) para "homologar" las instalaciones, una tarea que, según la Xunta, podría esperar a que se "normalice" la "anómala" situación. "Teniendo en cuenta la elevada actividad delictiva incendiaria de los últimos días", alegan desde la Xunta, se trata de un momento "especialmente delicado" en el que resulta "oportuno" contar con una base de operaciones "en un punto estratégico que cubre una zona de peligro de incendios".

No obstante, desde Fomento replicaron a la Xunta que la base "tiene irregularidades de seguridad importantes" aunque podría usarse, pero solo "excepcionalmente, en emergencias" como los incendios.

Por otra parte, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, defendió ayer que el problema de los incendios "no se arregla subiendo las penas", que castigan lo "suficiente" a los autores de los intencionados con condenas de 10 a 20 años de prisión. El titular de Justicia respondió así a la sugerencia de Feijóo de modificar el Código Penal para ampliar los castigos. Frente a ello, emplazó al Gobierno gallego a poner en marcha "buenas políticas forestales" y "cuidados en los montes".

También el ex delegado del Gobierno en Galicia, Miguel Cortizo, emplazó ayer a la Xunta a constituir un gabinete de crisis para hacer frente a la situación, una vez constatado, dijo, que "la imprevisión y los pretextos histéricos y ridículos" del Gobierno gallego "no son un buen camino" contra el fuego.

Las críticas a la gestión de los incendios también llegan desde la ciudadanía. La Plataforma Cidadá en Defensa do Monte Galego ha convocado para hoy una manifestación en Ourense contra los incendios y en solidaridad con las zonas afectadas y los trabajadores.

Medio Rural dio por extinguido un foco que quemó 35 hectáreas en Vilariño de Conso (Ourense), y por controlados, además de uno en O Saviñao (Lugo) cuatro fuegos en Ourense. Entre ellos se encuentran el de Manzaneda, que quemó 1.800 hectáreas (sin que se sepa aún si afectó al Parque Natural do Invernadeiro) y el de Montederramo, en el que ardieron 200.

Por otro lado, los regidores de Lobios, Carmen Yáñez, Montederramo, Antonio Rodríguez, y Cartelle, Carmen Leyte, se defendieron ayer de las duras críticas por estar ausentes mientras ardían sus respectivos concellos. Yáñez, de viaje en Irlanda para ser madrina en un bautizo, dijo que cuando se marchó "no había problemas" y dejó a cargo de todo al teniente de alcalde. Antonio Rodríguez, también se defiende: "Yo hice más de 300 llamadas y coordiné la operación desde Canarias". Y Carmen Leyte aduce que cuando dejó el concello para asistir a a la convención del PP en Málaga no había incendios y que coordinó las trabajos por teléfono.