Lluvias a partir del viernes en Galicia. Una borrasca de agua y nieve irrumpirá desde el fin de semana por el noroeste peninsular para extenderse durante cuatro días desde el viernes por la mayor parte del país, y vendrá a imponer un receso a la sequía meteorológica que atraviesa España desde el comienzo del invierno, el más seco de los últimos de los últimos setenta años.

Las precipitaciones empezarán a registrarse en Galicia y se trasladarán por la vertiente atlántica hasta el área del Mediterráneo. La borrasca traerá también un descenso general de las temperaturas y la nieve se acumulará por encima de los 1.200 metros.

Lloverá y nevará en España, aunque no lo suficiente. Ángel Rivera, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), cree que harían falta temporales "serios" para mitigar los problemas de abastecimiento de agua que causa la sequía: "Hay que ser ligeramente optimistas y, aunque este que viene no será un temporal definitivo, sí que es muy importante que durante cuatro días una borrasca de este tipo deje precipitaciones de agua y nieve en buena parte de la Península."

"Lo ideal sería una sucesión de borrascas atlánticas", expone Rivera, "ya que aunque lluvias con una precipitación acumulada de 150 litros por medio cuadrado no es una cantidad insuperable, sí que se necesitan cuatro o cinco temporales serios que barran España de norte a sur".

La media nacional de precipitaciones es de 65 litros por metro cuadrado, cuando lo normal son los 200. Con estos registros, la actual etapa de sequedad en España en pleno invierno se prolonga más de lo esperado. "Está siendo una sequía intensa, pero de momento corta. No hay una tendencia que nos haga albergar algo más allá de la pura climatología", explica Rivera.

Además, la sequedad ambiental que ha caracterizado el último trimestre con valores muy bajos de humedad -entre un 20% y un 30%- han ayudado a agravar la ausencia de precipitaciones, acusada especialmente en Galicia y Castilla y León en el norte de la Península.

Riesgo de fuego

Uno de los riesgos naturales que entraña la sequía es la proliferación de incendios, lo que ha llevado a la Guardia Civil a poner en marcha ya el pasado sábado su campaña de vigilancia en los montes gallegos para la prevención de fuegos. Ayer tuvieron trabajo los operativos de extinción de incendios, ya que en Ourense se declararon cuatro focos que afectaron a unas 270 hectáreas, según informó la Consellería de Medio Rural. Uno de los fuegos, en el ayuntamiento de A Gudiña, comenzó sobre las 13.00 horas y quedó controlado a las 17.20 después de afectar a 60 hectáreas. Los demás focos no habían sido apagados al cierre de esta edición: se registraron en la parroquia de Ponte, en el ayuntamiento de A Veiga, con un área de tierra quemada de 90 hectáreas; en la parroquia de Pereiro en el concello de A Mezquita, que afectó a una superficie superior a las 100 hectáreas; y en Castrelo de Val, en la parroquia de Campobecerros, que quemó algo más de 20 hectáreas.

Durante una visita a Lugo, el ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, reconoció que la sequía que afecta a España es "muy dura" y advirtió de que la ausencia de lluvias está incrementando "el riesgo de incendios forestales".