Por pisar más de la cuenta el acelerador y superar la tasa de alcohol permitida. Esas dos infracciones bastan para dejar el saldo de puntos del permiso de conducir a cero. La consecuencia: seis meses sin carné, la obligación de asistir a un curso y volver a examinarse. Desde que la DGT puso en marcha en julio de 2006 el carné por puntos, un total de 11.694 conductores gallegos han agotado todos los créditos -un total de 12, salvo en el caso de los noveles, 8-. O lo que es lo mismo, Tráfico retira cada mes el carné a una media de170 automovilistas gallegos por saltarse tantas veces la normativa que se quedaron sin un solo punto.

Pero no todas las retiradas del carné notificadas por la DGT son firmes. En los cerca de seis años de aplicación del sistema por puntos, Tráfico ejecutó la pérdida de vigencia del permiso de conducir a10.794 gallegos, pero otros 900 siguen al volante pese haber agotado todos los créditos del permiso ya que están pendientes de la resolución de los recursos presentados ante las correspondientes Jefaturas Provinciales de Tráfico.

Los conductores de Pontevedra (4.498 retiradas firmes y 462 en trámite) y A Coruña (3.944 y 267, respectivamente) son los más infractores, seguidos de los de Ourense (1.282 y 97) y, finalmente Lugo (1.070 y 74). Es decir, el 43% de las infracciones que acarrean retirada de puntos son cometidas por conductores pontevedreses, el 36% por coruñeses, casi el 11% por automovilistas de Ourense y el 10% restante por infractores en Lugo.

El balance de los primeros seis años del permiso por puntos confirman que son los hombres los más infractores al volante. Nueve de cada diez conductores que han perdido el carné en Galicia desde julio de 2006 son varones -un total de 10.446 frente a 1.248 mujeres-.

Infracciones y reincidentes

La amenaza de retirada del permiso afecta a uno de cada cuatro conductores en la comunidad. De los más de 1,7 millones de automovilistas censados en Galicia, un total de 414.946 (24%) han sido sancionados en los últimos seis años con la retirada de algún punto por infracciones al volante. A seis de cada diez, Tráfico les retiró algún crédito del permiso por pisar más de la cuenta el acelerador -cerca de 269.000 denunciados que suman casi 859.000 puntos perdidos-. El uso del cinturón también sigue siendo una asignatura pendiente en las carreteras gallegas (72.720 infractores, lo que supone el 17,5% del total), seguidas del alcohol (59.095 denunciados -14,24%-) y el uso del móvil al volante (48.615, es decir el 11,7%%).

Los infractores reincidentes son una minoría pero preocupan a la DGT. Los datos de conductores que perdieron algún punto del carné (414.946) y la cifra total de denuncias (586.966) pone de manifiestouna tasa de sanciones superior a la de infractores en un 41%.

El carné por puntos consiguió su principal objetivo: reducir la accidentalidad en las carreteras. En el caso de Galicia, la tasa de siniestros mortales en los últimos seis años se redujo un 45% al pasar de los 263 fallecidos registrados en 2006 a los 145 de 2011. Pero el nuevo sistema también ha contribuido a transformar la conducta de los automovilistas. "Hoy ya no está bien visto ser infractor al volante, cada vez hay menos complicidad con los conductores que incumplen la norma", asegura el jefe provincial de Tráfico en A Coruña y coordinador de los centros territoriales en Galicia, Pedro Pastor.

Desde que en julio de 2006 se implantó el carné por puntos, la velocidad media a la que se circula en las carreteras gallegas ha bajado y la práctica totalidad de los conductores ya no arrancan el vehículo sin el cinturón de seguridad. No obstante, en los asientos traseros -apunta Pastor- todavía hay en torno a un 10% que no lo utilizan. En el caso del móvil al volante, el responsable de la DGT en Galicia reconoce que hay más tolerancia por parte de los conductores. "Seguramente -explica- porque cuando vemos a alguno utilizándolo nos sentimos identificados porque alguna vez también lo hemos hecho".

En cuanto al alcohol, una de las lacras de la accidentalidad en las carreteras gallegas, el responsable de la DGT en Galicia apunta que se han dado pasos pero que aún queda camino por recorrer. "Vivimos en una sociedad permisiva con el alcohol", advierte Pastor. "Hasta ahora era habitual ponerse al volante tras comer con una copa de vino. Pero los conductores -celebra- empiezan a darse cuenta de que ante una situación de riesgo, el haber bebido alcohol merma nuestras capacidades".No obstante, reconoce que el principal problema del alcohol en carretera no está en quienes beben de forma ocasional sino en aquellos que tienen un problema de dependencia. Y por ello, urge medidas para abordar esto como "un problema de salud".