De forma excepcional, la Consellería de Medio Rural pretende repartir entre los viticultores gallegos los derechos de plantación de nuevos viñedos por una superficie total de 200 hectáreas. Con esta medida, que la Xunta insiste en calificar como extraordinaria, se quiere evitar la "desaparición" de estas tierras vitivinícolas que están abandonadas y cuyas cuotas de plantación han pasado a estar en poder de la reserva gallega.

Pero estos derechos de plantación no se repartirán entre cualquier persona, sino que exclusivamente irán dirigidos a las zonas aptas para la producción de vinos con denominación de origen o con indicación geográfica protegida.

Así, para cada una de las denominaciones se reservan 36 hectáreas, mientras que se asignarán seis hectáreas para las indicaciones Terra Val do Miño-Ourense y Terra de Barbanza e Iria y otras ocho para Terra de Betanzos. En total, en el reparto entrarán 200 hectáreas procedentes de viñedos abandonados cuyas cuotas de producción, reguladas de una forma similar a la de la leche, se podrían perder definitivamente si la Xunta no apostara por su concesión gratuita entre los viticultores gallegos.

La medida, recogida en un proyecto de orden de la Consellería de Medio Rural que todavía no ha sido aprobada, establece además un tope de tres hectáreas de nuevos derechos por solicitante particular, que puede llegar a las 18 si se trata de una cooperativa. "La finalidad de esta orden es fomentar la recuperación eficaz de derechos de plantación de viñedo de la reserva gallega, procedentes de superficies abandonadas y evitar así su desaparición, en aras de mejorar la gestión del potencial de producción vitícola de Galicia", argumentan desde la Consellería de Medio Rural.

Las cuotas se concederán de forma gratuita, si bien los beneficiarios deberán pagar diez euros en concepto de tasas por servicios administrativos y a la hora del reparto tendrán prioridad los agricultores con menos de 40 años de edad y las mujeres titulares o cotitulares de alguna explotación en activo, un criterio que justifican porque "de ellos depende en buena medida el futuro del medio rural gallego".