El otoño se despedirá en Galicia con un temporal típicamente invernal. Si ayer ya se empezaron a notar los efectos de una profunda borrasca que afectará a la comunidad durante todo el fin de semana, será hoy cuando golpee en tierra con mayor virulencia, dejando a su paso fuertes rachas de viento y una gran cantidad de lluvia. La Dirección Xeral de Emerxencias lanzó ayer un aviso meteorológico para toda Galicia con especial atención a las provincias de A Coruña y Pontevedra y a la costa lucense, donde la alerta se elevará a naranja ante la previsión de vientos de 110 km/h y precipitaciones que podrían alcanzar los 85 litros en 12 horas. Educación mantendrá las clases aunque ordenó suspender todas las actividades en el exterior en centros e instalaciones escolares y emplazó a los directores a "extremar la vigilancia" de las condiciones meteorológicas en sus zonas por si llegasen a suponer "un riesgo superior al declarado".

Con todo, los primeros coletazos del temporal se dejaron sentir ya ayer en la franja atlántica y la montaña de Lugo. Y aunque la alerta por lluvia y viento solo era amarilla, al mediodía se habían superado los 90 kilómetros por hora en más de media docena de estaciones de la costa y zonas altas. Los picos más extremos se registraron en Carballeda de Valdeorras (110,8), Cedeira (108,3), Lousame (105), Cuntis (104,3) y Burela (102,8).

Aunque el viento amainó por la tarde, la lluvia se intensificó a partir de las 18.00 horas y al cierre de esta edición ya se habían recogido más de 70 litros en Fornelos, Lousame, Poio, Santa Comba o Cuntis, municipio este último en el que incluso se rebasaron los 100 litros. La previsión era que a partir de medianoche el temporal arreciase, dejando aún más agua y viento. La provincia coruñesa se llevará la peor parte, ya que la Agencia Estatal de Meteorología avisó de la acumulación de hasta 85 litros en el suroeste de la provincia y rachas máximas de 110 km/h en el noroeste y oeste.

El viento también complicará las cosas en Lugo, con picos superiores a los 100 km/h en A Mariña y por encima de los 90 km/h en el resto. Y aunque en Ourense la alerta será amarilla, se podrían recoger hasta 55 litros de lluvia en la montaña. En cuanto a Pontevedra, el principal efecto del temporal no será el viento (que aun así superará los 80 km/h) sino la lluvia. "El problema en este caso es la cantidad de agua que caerá y no tanto la intensidad", explica María Souto, de MeteoGalicia, que a las precipitaciones de esta madrugada añade otro factor: la pleamar. "Va a llover mucho y con fuerte viento y a parte coincidirá con la marea alta. Si se une todo esto, en zonas de costa puede haber problemas de inundaciones ya que la pleamar se producirá a las cuatro de la madrugada, justo en el periodo en el que se espera más agua", advierte.

En el mar la situación seguirá siendo complicada. Hoy habrá alerta naranja en toda la costa por vientos y olas de entre cuatro y seis metros aunque el mar de fondo empeorará el fin de semana y desde MeteoGalicia no descartan que sea necesario activar la alerta roja si el oleaje supera los siete metros.

En tierra, en todo caso, la lluvia remitirá a partir de mañana, cuando se prevén chubascos intermitentes, aunque se mantendrá el viento, sobre todo en la mitad norte.

Y aunque todavía es pronto para saber si esta será una Navidad blanca en Galicia, lo que parece seguro es que la próxima semana comenzará con inestabilidad y alta probabilidad de lluvia. El lunes la borrasca se alejará de la comunidad aunque un nuevo frente entrará el martes por la tarde y hará que la semana acabe pasada por agua.