El vicepresidente de la Xunta y secretario xeral del PP gallego, Alfonso Rueda, salió ayer en defensa de Pilar Rojo y su decisión de limitar el acceso a los plenos del Parlamento para evitar nuevas protestas como las de los afectados de las preferentes, una medida que ha unido a la oposición en contra de la presidenta de la Cámara. Mañana se celebra el pleno de aprobación de las Cuentas de la Xunta de 2013.

Rueda dijo estar "totalmente de acuerdo" y considerar "necesario" y "razonable" que Rojo asuma la gestión de los invitados, hasta ahora responsabilidad de los grupos parlamentarios, porque "no se pueden dar escenas como las vistas últimamente", en alusión a la tensión vivida en la protesta de afectados de preferentes, en la que uno de los manifestantes desde la tribuna de invitados amenazó con que la "sangre llegará al río".

También afirmó no saber si esta era una medida temporal o si "se va a prolongar en el tiempo" y apuntó que "si se pierden las formas y el respeto al Parlamento, con independencia de lo que se quiera manifestar allí y la legitimidad de los manifestantes que allí estuvieron, es muy difícil pedir respeto para otras cosas".

La oposición ya ha mostrado su rechazo al control del acceso a los plenos parlamentarios. El PSdeG advierte con recurrir a todas las vías necesarias si la responsable del Parlamento gallego no "restaura la normalidad" y el BNG plantea una reacción conjunta contra los populares por esta decisión.

Por otra parte, en una entrevista a Radio Nacional, Alfonso Rueda admitió "problemas" del Partido Popular en Santiago, Pontevedra y Ames y consideró necesario "solucionarlos cuanto antes y del mejor modo posible".

Sobre la salida de Paula Prado del Ayuntamiento de Santiago para centrarse en el Parlamento y en su nueva responsabilidad como portavoz del PP gallego, descartó que automáticamente se ponga fin a la crisis de los populares en la capital gallega, donde el Gobierno municipal está fracturado en dos y con un alcalde sobre el que pesan dos imputaciones judiciales.

"Cuando hay disensiones internas siempre es problema de un equipo en general", por lo que la marcha de Paula Prado, que lidera el bando opositor al regidor Celso Currás no es, para Rueda, "garantía de que se vaya a arreglar el problema".

"Si entendiésemos que solo una persona concreta, sea quien sea, es la causante de un problema de unidad estaríamos equivocándonos y no se solucionaría el problema", argumentó el número dos del Gobierno autonómico y del partido en el poder.