Galicia ha registrado en lo que va de año, hasta ayer incluido, 7.903 hectáreas quemadas por incendios forestales, un tercio menos que la media del periodo entre 1998-2012, cuando se quemaron 23.918, según ha avanzado hoy el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

El titular del Gobierno gallego ha dicho en conferencia de prensa tras la primera reunión del Ejecutivo autonómico después del parón estival que son datos "extraordinariamente positivos" aunque ha dejado claro que se trata de un balance provisional y ha apuntado que los meses de septiembre y octubre serán "complicados".

Núñez Feijóo ha llamado la atención sobre la intencionalidad de algunos de los fuegos más importantes que se han producido en Galicia, sobre todo los de los últimos días, ya que en Cualedro, Oia y Ribeira -donde en la última semana ardieron conjuntamente unas 4.000 hectáreas- "se dan situaciones concretas que no son naturales ni casuales y que están siendo investigadas" por las fuerzas de seguridad del Estado y por la Xunta.

"El balance no es definitivo, queda mucho, pero las cifras son positivas", ha reivindicado el presidente gallego, que ha indicado que el aumento de la preocupación de la Xunta ante los incendios crece paralela a la evolución "de la intencionalidad en los últimos días de la intencionalidad y de la decisión de algunos de quemar Galicia".

También ha llamado la atención sobre las condiciones climatológicas de los últimos días, sobre todo por las altas temperaturas y por el intenso viento del nordeste.

Ha agradecido el "extraordinario" trabajo de las 7.000 personas que trabajan en los montes y en los bosques gallegos y ha considerado que el dispositivo de extinción de incendios funciona bien, como lo demuestra, ha dicho, que de los 1.906 incendios declarados en Galicia entre el 1 de enero y el 28 de agosto a las 21,30 horas, 1.483 han quemado una superficie menor a una hectárea.

Núñez Feijóo ha insistido en la supuesta intencionalidad de los fuegos, y ha llamado la atención sobre el hecho de que los incendios se concentren en determinados municipios, que los más grandes hayan tenido varios focos a la vez y que el tiempo en el que más fuegos se declaran por hora sea "entre las once y las doce de la noche".

"Estamos ante indicios racionales" de la intervención de personas en determinados incendios, ha señalado el presidente gallego, sobre todo en los de mayor superficie afectada, que se ha incrementado por el fuerte viento, y que se han originado cerca de vías de comunicación o de núcleos poblados.

En cuanto a la concentración en determinados municipios, ha destacado que en As Neves (Pontevedra), se han producido 28 incendios en la última semana y en Cualedro (Ourense), 13.

Por este motivo ha pedido extremar la precaución para evitar negligencias, pero sobre todo trabajar y colaborar para "señalar a quienes nos quieren quemar".

Para esto ha considerado básica la labor de información de la Guardia Civil en el rural y de la Policía autonómica y ha demandado que esta tarea sea "una prioridad" para estos cuerpos de seguridad.

Ha incidido en la propuesta de endurecimiento de las penas en el Código Penal, aceptada por el ministro de Justicia y ha destacado la futura inclusión de la responsabilidad patrimonial para los condenados por delito de incendio forestal, de modo que tengan que pagar de su bolsillo tanto el operativo de extinción como los daños provocados.

Respecto a las críticas a las tareas de prevención en los montes, ha insistido en que los datos "son claros" y ha ardido un tercio menos que la media de los últimos 15 años, por lo que, en su opinión, aunque la campaña no finalizó, se trabaja "en la buena dirección".

Ha apuntado que la conselleira de Medio Rural y del Mar, Rosa Quintana, explicará en el Parlamento al final de la campaña los datos definitivos y ha abierto la puerta a que si se produjera alguna situación "especialmente grave" pudiera ser él mismo quien compareciese.

También ha aludido a las críticas respecto a la tardanza en la contratación de brigadas y equipamiento para lucha contraincendios y ha explicado que la secuencia de contratación "tiene mucho que ver con la climatología" y que se esperan unos meses de septiembre y octubre "muy complicados".

Y respecto a los reproches de vecinos que en los últimos días han tenido que combatir con sus propios medios las llamas ha mostrado su respeto por estas opiniones de personas que ven que se quema su propiedad, que el viento hace expandir el fuego de forma inmediata y que sienten que faltan medios pero, ha dicho, los datos son "reveladores, y casi 1.500 incendios de 1.900 se han apagado con menos de una hectárea afectada.

"Yo tengo que felicitar, y lo hago, a las personas que arriesgan su vida, como en campaña anteriores, en las que alguno falleció, por salvaguardar el patrimonio de todos", así como también la colaboración ciudadana, sobre todo en horas nocturnas, cuando se ha prendido fuego para "intentar agredir propiedades".