El debate sobre la consulta soberanista impulsado en Cataluña ha elevado la tensión política entre el Gobierno central y el de esta comunidad, desde donde se ha incluido en el argumentario político el agravio constante por parte de la hacienda estatal, que recauda más de lo que después gasta en Cataluña. El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha cargado de munición su contraargumentario para mostrar que Cataluña ha sido la comunidad que más inversiones ha recibido del Ministerio de Fomento -el que sustenta el grueso del gasto en España- desde 1996, es decir, tanto con gobiernos de PP como de PSOE.

Según los datos aportados en el Congreso por los secretarios de Estado de Hacienda, Marta Fernández Currás; Fomento, Rafael Catalá, y Administraciones Públicas, Antonio Beteta, la autonomía presidida por Artur Mas recibió entre 1996 y 2013, más lo que está programado en las cuentas de 2014, 32.275 millones de euros, cifra a la que solo se acerca Andalucía. En ese período se ejecutaron obras por 23.870 millones, por los 20.720 de Andalucía.

Las cifras chocan con parte del argumentario de los partidos catalanes a favor de la independencia, especialmente de Convergencia Democrática y Esquerra Republicana, cuya posición a favor de que se permita una consulta a la ciudadanía para conocer si desean la "emancipación" de España, como la calificó Artur Mas hace unos días, ha abierto incluso una brecha entre la primera formación y Unió Democrática de Catalunya, la segunda pata de la coalición que forma el Gobierno. Su líder, Durán i Lleida, apuesta por una "tercera vía" entre la situación actual y la independencia.

Desde el inicio de la crisis, además, varios dirigentes catalanes utilizaron el discurso de agravio a Cataluña durante la discusión acerca de los plazos del AVE gallego. Hace dos años el diputado de CiU Pere Macías reclamó la paralización de las inversiones en la línea gallega para destinarlas a actuaciones "más rentables", es decir, al entorno catalán. Poco después, Enric Ticó, presidente de Ferrocarriles de la Generalitat, tachaba de "vergüenza" y "sangría" la licitación de 200 millones para esa obra.

De hecho, desde Cataluña se ha censurado la consignación para 2014 de 944 millones en los presupuestos, aunque el montante total podría alcanzar los 1.400 con obras no regionalizables. Galicia recibirá 1.272. Estas críticas contrastan con el hecho de que no solo Barcelona esté conectada con Madrid mediante AVE, sino que Cataluña cuente con un tren Avant -el servicio de alta velocidad de media distancia- en sus cuatro provincias (Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona). Inédito en España.

Mientras tanto, Galicia espera la conexión con la Meseta a través del AVE para 2018, once años más tarde de la primera fecha ofrecida por el Gobierno para su conclusión.