Desde el inicio de la crisis, la Xunta ha lamentado la caída de ingresos en sus arcas, situación que ha invocado para explicar por qué desde 2009 todos sus presupuestos se han reducido año a año hasta situarse el próximo ejercicio en niveles previos a 2006. Sin embargo, 2014 permitirá al Ejecutivo no solo elevar sus ingresos a través de los impuestos, algo que pasó ya el año pasado, sino batir un récord histórico y superar por primera vez los 5.000 millones de euros, es decir, más del 60% de los 8.390 que manejará como presupuesto.

La previsión contemplada en el proyecto presupuestario incluye una cifra inédita de recaudación impositiva, alejada de los 3.167 millones lograda en Galicia en 2005 y que supone 213 más que lo previsto para el presente ejercicio, es decir, un 4,3% más. Desde la Consellería de Facenda señalan como causas de este incremento de recursos el plan contra el fraude fiscal, con el que prevé ingresar 50 millones de euros, y el incremento del céntimo sanitario, que le reportará otros 53. El resto de subida lo atribuye el departamento dirigido por Elena Muñoz al mejor comportamiento de los impuestos estatales como el IVA, que el Gobierno de Mariano Rajoy incrementó al poco de llegar a Moncloa, y el IRPF.

A pesar de que durante la presentación de las cuentas para 2014, Facenda hizo bandera de las rebajas selectivas de impuestos que supondrían 116 millones de ahorro para los gallegos, la previsión muestra un incremento general de la recaudación directa e indirecta en un contexto en el que confía en lograr un crecimiento económico del 0,8%, lo que permitiría a Alberto Núñez Feijóo, por primera vez desde su llegada a la Presidencia de la Xunta en 2009, cerrar un ejercicio sin destrucción de riqueza.

El grueso del aumento de la recaudación recaerá sobre la totalidad de la población, pues son los impuestos indirectos los que más crecen. Este capítulo, prevé el Ejecutivo gallego, se incrementará un 6,4% y supondrá unos ingresos de 3.133 millones, 189 más que lo previsto para 2013. La recaudación directa vía IRPF, que grava a la población en función de su renta elevando la carga para las rentas más altas, o impuesto de sociedades o de sucesiones apenas se incrementa 24 millones hasta los 1.937. Crece un 1,2%, es decir, casi seis veces menos que los impuestos indirectos, como el IVA, el de Transmisiones o el de Actos Jurídicos Documentados. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria ha reducido estos dos últimos, vinculados a la compraventa de inmuebles.

La rebaja de medio punto en el tramo autonómico del IRPF para bases liquidables de hasta 17.700 euros con que la Xunta ha cumplido la promesa realizada por Feijóo en la campaña de 2009 no se notará en las cuentas de este año. La medida, que tendrá un impacto de 45 millones que la Xunta no ingresará, se aplicará a partir de enero, por lo que tendrá efecto en la declaración que se realice un año después. Para entonces, el Ejecutivo autonómico confía en que la economía haya salido del agujero y crezca a un ritmo mayor que el 0,8% con que aspira a cerrar este año. Si la actividad económica mejora, el consumo también lo hará y esa rebaja fiscal quedará compensada.

A pesar de la crisis económica que estalló en 2008 con la caída del banco Lehman Brothers, el ejercicio 2011 constituye un pico brusco en la recaudación gallega de más de 1.600 millones. Este salto se debe al sistema de financiación autonómica aprobado en 2009 que inyectó un balón de oxígeno en las arcas de las comunidades casi duplicando su parte del pastel impositivo. Si en 2009 las comunidades recibían un 33% de la recaudación de IRPF e IVA, el Ejecutivo de Zapatero y las comunidades firmaron un acuerdo que elevó ese porcentaje al 50% en ambos casos y al 58% en el de los impuestos especiales que gravan, por ejemplo, el alcohol, los carburantes o el tabaco. Comunidades como Cataluña o Madrid, gobernada por el PP, ya han urgido al Gobierno de Rajoy a afrontar la reforma del actual modelo.

El año pasado permitió a las arcas gallegas incrementar ligeramente la recaudación, que volvió a caer en la previsión para este ejercicio pasando de 4.989 a los 4.857 millones. Desde Facenda recuerdan que el incremento de la recaudación de los impuestos estatales provocará que el Ejecutivo central reduzca el Fondo de Suficiencia que sirve para equilibrar las finanzas de las comunidades. Si bien es cierto que Galicia recibirá 77 millones menos de esta partida, también lo es que será, con 562 millones, la segunda autonomía que más recursos recibirá por detrás de los 638 de Cataluña.