El intenso trabajo de lucha contra el fraude fiscal y para cobrar todos los impuestos posibles ha provocado que los cobradores independientes de la Consellería de Facenda eleven casi cinco veces la previsión de esta para sus pluses. Las gratificaciones a las oficinas externas que persiguen a los ciudadanos morosos ha pasado de 453.000 euros previstos en los presupuestos de este ejercicio a más de 2,5 millones.

Desde 1997 la Xunta cuenta con cinco recaudadores de zona, una especie de pseudofuncionario, que trabajan en A Coruña, Lugo, Ourense, Pontevedra y Vigo. Su función es cobrar las deudas de mayor dificultad y por ello reciben una parte fija que ronda los 40.000 euros y un variable en función de lo que logren para las arcas autonómicas, un porcentaje que Facenda redujo un 8% el año pasado. Si no logra el cobro, se le penaliza con el montante de la deuda. Los "premios de cobranza", como se denominan técnicamente las gratificaciones de estos recaudadores, no han dejado de aumentar. Las cuentas preveían un gasto de 453.476 euros, ampliable según las necesidades y balance de estos colaboradores, que han cumplido su función a tenor de las modificaciones presupuestarias para ampliar sus retribuciones este año.

En mayo se autorizó una ampliación de crédito de 2,1 millones y en octubre se repitió la operación para retirar 483,096 euros del fondo de imprevistos de la Xunta para engordar esos premios de cobranza, según consta en la autorización enviada al Parlamento y firmada por el director xeral de Planificación e Orzamentos el pasado 4 de octubre.