A diferencia de los límites a la carta acordados el pasado año cuando Bruselas abrió la mano para el conjunto del sector público español, todas y cada una de las comunidades deben cerrar el actual 2014 con un déficit que no supere el 1%. De su cumplimiento dependerá también que el conjunto del Estado se atenga a los dictados del pacto de estabilidad presupuestaria, bajo la atenta mirada de las autoridades comunitarias. Y algunas parece que lo van a tener difícil, con ese techo superado ya el pasado mes de julio. Galicia se mantiene por el momento en el grupo de las que no sobrepasan el margen, pese al incremento del 30,6% respecto a los niveles del año anterior. El déficit de la comunidad se situó en el 0,7%.

Son 427 millones de euros de desajuste ante la caída del 0,34% de los ingresos y el aumento un 1,6% de los gastos. ¿En qué partidas se nota más la variación? Aunque los sueldos públicos están congelados, el pago de nóminas a los trabajadores autonómicos aumentó un 0,2%, hasta los 2.378 millones de euros. Las prestaciones sociales sumaron 88 millones, un 4,8% más que en los siete primeros meses de 2013; y los gastos corrientes rebotaron casi un 57%, como consecuencia del alza por encima del 72% en las transferencias corrientes a otras administraciones. Las subvenciones, en cambio, pasaron de 36 millones a 15, mientras que la pesada deuda pública obligó a desembolsar 198 millones de euros en intereses, después de un alza del 3,7%.

En la caída de los ingresos de las arcas autonómicas hasta julio tiene mucho que ver la aportación de los impuestos, que durante esa primera parte del año cayeron un 6,8%. En general, no está siendo un buen ejercicio en la imposición fiscal. Las estadísticas del Ministerio de Hacienda lo evidencian. Su recaudación en Galicia, aunque no es negativa, sí está a la cola entre todas las regiones. Es la más baja, junto con las caídas experimentadas en País Vasco (-31,9%) -que tiene un régimen fiscal diferente- y Cantabria (-26,4%). En la comunidad, los ingresos impositivos aumentaron un 10,9%, frente al 13,8% del total estatal.

El IRPF en Galicia sigue una tendencia muy parecida a la media, con un aumento del 12,2%. Con el IVA, en cambio, la subida fue de únicamente el 9,7%, cuando la aportación en el conjunto del país roza un incremento del 22%. Los especiales suben un 11,8% -la media fue del 1,9%- y el de sociedades sube un 5,7% (-12% de media).