Galicia cuenta con una plaza hotelera por cada 40 habitantes. Pese al tirón del turismo extranjero, que este año batió un nuevo récord con más de 920.000 visitantes de otros países hasta octubre, y el aumento de las escapadas desde otras comunidades, la sobreoferta turística aboca cada año a más hosteleros gallegos a cerrar camas para frenar las pérdidas que acarrea la baja demanda en invierno. De las casi 73.000 plazas hoteleras ofertadas en Galicia, según los últimos datos del Instituto Galego de Estatística (IGE) del pasado mes de septiembre, el sector ya ha prescindido de más de 10.000. Este cierre temporal de casi el 14% de las camas disponibles en Galicia -cuatro puntos el año pasado- se mantendrá hasta Semana Santa.

Los hoteleros no descartan que se clausuren todavía más plazas en los próximos meses para así poder evitar las pérdidas que arrastran desde el inicio de la crisis en 2008. El repunte del turismo, el mayor gasto por visitante con el que comenzó el año y el ligero repunte de las tarifas supone un balón de oxígeno para el sector en la comunidad, que espera cerrar 2014 con cifras positivas. Y por ello tratarán de reducir al máximo los gastos durante la temporada baja, de octubre a marzo. El cierre de un mayor número de plazas en este invierno respecto al año anterior -el ejercicio pasado el sector prescindió de 7.000 camas- permitirá un ahorro con el recorte de plantilla y la reducción de los gastos de mantenimiento durante seis meses.

En algunas zonas del litoral que durante el verano alcanzan una ocupación del cien por cien, la clausura de habitaciones será todavía mayor. Establecimientos hoteleros de localidades como Sanxenxo, Fisterra, Muxía o Viveiro prescindirá de más del 80% de sus plazas.

Desde el Clúster de Turismo de Galicia, su vicepresidente y representante por la provincia de A Coruña, Francisco Canabal, reconoce el problema que supone para el sector la saturación del mercado hotelero. "En Galicia hace falta empezar a abrir el debate acerca de la sobreoferta", advierte Canabal, al tiempo que sostiene que deberían dar de baja todavía más plazas entre octubre y abril porque eso -asegura- permitiría "fijar los precios" que el sector "necesita". "En temporada baja deberían cerrase al menos el 30% de las camas [más de 20.000]", defiende.

Esta sobredimensión de la oferta, que se heredó del Xacobeo, ha dificultado en los últimos años que el sector turístico gallego pueda colgar el cartel de lleno. Incluso en verano. Los empresarios hoteleros en la comunidad achacan gran parte de la crisis que han sufrido en los últimos años a la creación de nuevas plazas pese a que la mala coyuntura económica provocó desde 2008 una caída progresiva de la demanda. Las cifras hablan por sí solas: en los últimos años se abrieron casi 500 establecimientos hoteleros nuevos y se crearon casi 23.000 plazas más, según datos del IGE. De los poco más de 1.300 alojamientos para turistas registrados en enero de 2008 con una oferta de 50.000 camas se pasó a casi 1.800 establecimientos hoteleros que ofertan casi 73.000 plazas en la actualidad.

Para tratar de cubrir el máximo número de camas con las que cuenta el sector turístico en la comunidad, los empresario hoteleros insisten en la necesidad de invertir más en promociones en el exterior en lugar de dar subvenciones para la apertura de nuevos establecimientos. "La solución pasa por desestacionalizar el turismo: hay que fomentar los congresos internacionales y la Xunta debe apostar por la promoción en las ferias internacionales que son un escaparate para dar a conocer Galicia", urge Canabal.