"Las industrias están haciendo su agosto. Primero lanzan la amenaza de que no recogen la leche y, ante ese chantaje, lo que consiguen es llevarla a precios mucho más baratos". Esa es la opinión de la Federación Rural Galega (Fruga) de la estrategia de los primeros compradores que luego venden el producto a las factorías. Los sindicatos agrarios también alertan de esta bajada de tarifas y denuncian que unos 3.000 ganaderos gallegos ya comercializan el litro de leche entre 20 y 22 céntimos, un 33% por debajo de los 30 céntimos que se necesitan para cubrir los costes de producción y bajo la "amenaza" de que si no aceptan esa cuantía la industria dejará de pasar a recogerles la leche.

El número de afectados se ha triplicado en solo una semana, ya que desde Unións Agrarias hace unos días solo tenían constancia de un millar de productores con contratos lácteos por 20 céntimos el litro. Desde Fruga denuncian que algunos compradores ya han presentado ofertas por debajo incluso de esa cifra. En UUAA tienen constancia de una decena de casos que, al igual que los acuerdos firmados esta campaña por debajo de los 30 céntimos por litro, llevarán ante la Justicia para pedir su anulación.

Nuevos acuerdos

La industria ya ha llevado a cabo sus amenazas en seis cooperativas de la comunidad. Se trata de Cova de Vales en A Coruña, que cuenta con ganaderos de los concellos de Curtis, Vilasantar, Oza-Cesuras y Boimorto; y también a las lucenses Codegui, Terra Chá, O Pereiro, Cooperativa de Lemos y Mopán. Los afectados coruñeses y los alcaldes de la zona se reunieron ayer con representantes de la Consellería de Medio Rural para que les garantice que este mes no quede ni un solo litro por recoger y que no existan "precios basura". Los responsables de Cova de Vales destacan que desde la Xunta les contestaron que tratarían de "hacer lo posible" para "buscar una solución". Fuentes del departamento que dirige la conselleira Rosa Quintana aclaran que el problema está "en vías de solución" porque durante las negociaciones con la industria esta mostró "una buena disposición" para que otras empresas recogiesen la leche de las zonas desatendidas pero son las cooperativas -señalan- las que ahora ponen "alguna traba". "El objetivo es que no quede leche sin recoger en ningún sitio y que se puedan cerrar acuerdos con una industria o con otra cuanto antes", aseguran desde Medio Rural.

Sobre este tema también se pronunció ayer tras la reunión el Consello el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y explicó que Quintana Rosa le había comunicado que la "mayoría" de cooperativas "con dificultades para entregar la leche" ya habían llegado a pactos para firmar nuevos contratos. A las cooperativas perjudicadas que no alcancen un acuerdo con alguna empresa solo les quedaría la alternativa de vender su producto a una multinacional láctea asturiana que solo se lo recogería al precio de la leche en polvo, es decir, unos 20 céntimos.

Para el secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García, la actitud de las empresas no obedece solo a la búsqueda de contratos a precios "ridículos" sino que también se trata de "un claro desafío" al Gobierno central para "anular el paquete lácteo" que les obliga a firmar acuerdos por un año y a tarifas por encima de los costes de producción. Los sindicatos piden que,al Ministerio de Agricultura que terminen con la "impunidad" con la que se mueven las industria y para lograrlo apuestan por intervenir a través de sanciones y que no se autoricen contratos que "incumplan las reglas del mercado".