La crisis ha sacado a miles de conductores de las carreteras, pero los que siguen al volante se saltan a diario señales de tráfico que se traducen en millones para las arcas del Estado. Los automovilistas gallegos se dejaron el año pasado más de 34,5 millones de euros en multas de tráfico, lo que supone una media de 94.700 euros diarios por exceso de velocidad, hablar por el móvil al volante, circular con una cerveza o una copa de más, circular sin cinturón de seguridad, saltarse un stop... Las provincias de A Coruña y Pontevedra están en el top ten de las que más ingresos aportaron a la DGT el año pasado. En el sexto puesto del ranking nacional están los automovilistas que infringieron alguna norma en las carreteras coruñesas -13,8 millones de euros en multas-. Y dos puestos más abajo, en el octavo, está el desembolso que tuvieron que hacer los conductores pontevedreses -11,56 millones-.

Encabezan la lista en el conjunto del país otras provincias con un mayor volumen de tráfico que Galicia. Madrid ocupa el primer puesto con 43,8 millones recaudados el año pasado por infracciones al volante. Le siguen las provincias andaluzas de Sevilla (21,7 millones) y Málaga (21,5). El Levante está también en los primeros puestos del ranking con Valencia (21,3 millones) y Alicante (14). Y ya en sexta posición los conductores sancionados en las carreteras de A Coruña, con casi 14 millones en multas -una media de 37.800 euros cada día-, seguida de los infractores en Murcia (12 millones) y Pontevedra (11,56 millones, unos 31.700 euros diarios).

Pero por tercer año consecutivo, la recaudación por infracciones cometidas en las carreteras gallegas ha descendido. Tres factores han contribuido en este descenso de las multas de Tráfico en la comunidad: menos coches en las carreteras por los efectos de la crisis, más precaución al volante por el temor a una sanción y más respeto a las señalizaciones por una mayor concienciación con la seguridad vial. Así los gallegos pasaron de ingresar 37,9 millones en las arcas de la DGT en 2013 a poco más de 34,5 millones el año pasado, según los datos aportados por el Gobierno central en respuesta al diputado socialista Miguel Ángel Heredia.

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La crisis ha llevado a los conductores a estar más pendientes del bolsillo. Y, en consecuencia, de las señales de tráfico. Y es que, además de la correspondiente retirada de puntos del carné, saltarse un semáforo en rojo o un stop acarrea una multa de 200 euros; circular por encima de la velocidad permitida, entre 100 y 600 euros, y hablar mientras se conduce, 200 euros.

Por provincias, Ourense lidera en Galicia la caída de ingresos por multas (-16%), al pasar aportar a Tráfico 3,7 millones frente a los más de 4,4 del año anterior. A Coruña y Pontevedra registraron un descenso similar en la recaudación, un 9,2 y 9%, respectivamente. En el caso de la provincia coruñesa, las denuncias de Tráfico supusieron 15,2 millones en 2013 frente a los 13,8 del año pasado. Los ingresos por multas en carreteras de Pontevedra pasaron de 12,7 millones a 11,56 en 2014.

Seis de cada diez infracciones interceptadas en las carreteras gallegas son por pisar más de la cuenta el acelerador. Después del exceso de velocidad y de los positivos por alcohol, estos suponen casi el 12% de las sanciones, el uso del móvil y no llevar puesto el cinturón de seguridad o los sistemas de sujeción para menores aparecen como las causas más habituales de denuncia.