Pese a la época de vacas flacas que atraviesa el lácteo gallego desde mediados del año pasado, Galicia todavía acapara el 40% de la producción estatal. Los precios de la leche en la comunidad gallega empezaron a caer desde julio pasado cuando los ganaderos cobraban casi 34 céntimos -la misma cuantía que perciben los productores franceses y que también exigen los gallegos- y 2014 se cerró con 32 céntimos por litro. Este ejercicio arrancó con los 30,5 céntimos de enero y la bajada continuó hasta los 28,9 actuales. La tarifa en Galicia es la mitad de los 45,1 que reciben los ganaderos de Canarias y también es inferior a las de Andalucía, País Vasco, Asturias y Comunidad Valenciana que oscilan entre los 34 y los 32 céntimos. Con la desaparición de las cuotas lácteas el pasado abril, mientras los precios caían en la comunidad gallega y la producción se mantenía estable pese a la apertura del mercado, otras como Andalucía o Castilla-La Mancha incrementaron sus tarifas bastante por encima de costes y aumentaron en un 20% los kilos producidos. Algunas organizaciones agrarias achacan esta tendencia a una deslocalización de la producción hacia zonas con menos tradición ganadera pero más cerca de los núcleos de población.

A las pocas semanas de la desaparición de las cuotas, algunas industrias dejaron de recoger la leche a varias cooperativas gallegas durante unas semanas. Esta postura fue entendida por los ganaderos como una "estrategia" de la industria para lanzar un pulso al Ministerio de Agricultura contra el paquete lácteo que les obliga a ofrecer pactos de un año y a precios por encima de los costes. Por eso, ven difícil llegar a un acuerdo a tres bandas -distribución, industria y productores- para fijar un precio tal y como les pide el Gobierno central. Los productores también critican que las presiones que sufren por parte de las industrias para firmar contratos "basura" se debe a la que ejerce a su vez la distribución sobre las empresas que, en su opinión, "se lleva la mayor parte de los beneficios". Con eses intereses contrapuestos, el sector tiene hasta el 10 de septiembre para llegar a un acuerdo sobre la crisis del sector lácteo que sufren las explotaciones.

Pero la industria y las administraciones consideran que los productores también tienen parte de responsabilidad en esta crisis y achacan la diferencia de precios en la mayor o menor organización de los ganaderos para negociar las tarifas y ser más competitivos. De todas formas, la realidad en Galicia es que 2.500 cobran menos de 26 céntimos y un millar entre 18 y 22, casos que investiga el ministerio. En caso de que esta situación se prolongue estas 2.500 granjas -el 30% del total- estarían abocadas a dejar la actividad.