La conselleira do Medio Rural, Rosa Quintana, hizo ayer un llamamiento a los ganaderos gallegos, que desde hace semanas sacan sus tractores a la calle en protesta por el precio que les paga la industria por cada litro de leche. Apenas 28 céntimos, la tarifa más baja de España, que no les basta ni para cubrir los costes de producción. En una entrevista a RNE, Quintana apostó por "no buscar enemigos" dentro del sector lácteo -en referencia a productores, industria y distribución- y por conseguir que una materia prima de "tanta calidad" como la leche gallega no genere "manifestaciones", "pobreza" y "ruido", sino "riqueza".

Reiteró que no solo defiende a la industria y a la distribución, sino a todos los sectores que dependen de su departamento. "Nos equivocamos cuando enfrentamos a unos frente a otros, cuando todos somos necesarios", concluyó.

Preguntada por si es posible que la distribución modifique determinadas modalidades de compra y la industria establezca contratos estables, Quintana considera que es posible si hay "voluntad suficiente" por parte de las partes implicadas para llegar a acuerdos.

"Mi dimisión, por suerte o por desgracia, la piden con frecuencia", apuntó Quintana sobre las reiteradas peticiones de dimisión por parte de los productores gallegos.

Sobre la situación del sector lácteo en Galicia, insistió en que se han hecho "muchos avances" en la "eficiencia y eficacia" de las explotaciones. Sin embargo, advirtió de que queda un "deber urgente por hacer", que pasa por "organizarse" y "estructurarse".

Así, sostiene que cada ganadero es un empresario y, por ello, ha de tener la "fuerza suficiente" para organizarse, para planificar su producción y para decidir hacia dónde quiere destinar su producto. "Solo se puede hacer desde una organización fuerte", zanjó.'