"No me planteo dejar el cargo, pero no depende de mí. Tengo muy claro que tenemos cero responsabilidad y cero culpabilidad, y nos vamos a defender", aseguró ayer la delegada de la Xunta en Vigo, María José Bravo Bosch, imputada en la operación Patos por supuestos amaños en la adjudicación de obras públicas, en alusión a ella y los funcionarios de la Xunta también implicados.

"No depende de mí, pero en lo que depende de mí, que sería dimitir, no lo voy a plantear", remarcó en declaraciones a los medios durante una visita a Nigrán, después de asegurar que no ha mantenido "ninguna conversación" con el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, sobre dejar su cargo.

En sus primeras declaraciones tras su imputación, Bravo Bosch aseveró que está "tranquila" , y afirmó que aún no le ha sido notificada y que cuando llegue el momento de comparecer ante la juez que lleva la instrucción, se defenderá "donde corresponde" con "todo rigor, de frente, con seriedad y con la verdad".

Como jurista que es, la delegada de la Xunta en Vigo quiso recordar que "en este país, estar imputado es ser investigado, o ser testigo acompañado de un abogado". "No es más. Hacerme culpable de algo que no me siento ni soy, unos días me gusta más y otros me gusta menos", afirmó Bravo Bosch.