Apenas 0,6 céntimos. Esa es la subida del precio que la industria paga a los ganaderos por cada litro de leche, al pasar de los 27,7 de agosto a los 28,3 céntimos de septiembre, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura. Los sindicatos agrarios denunciaron ayer que un mes después de que el Gobierno y parte del sector firmasen el acuerdo en defensa del lácteo no se ha producido "ningún avance" que permita ver el futuro con optimismo. Los productores gallegos que durante el verano salieron a la calle con sus tractores para denunciar los bajos precios de la leche -la mayoría por debajo de los 30 céntimos que cuesta producir un litro y en más del 10% vendiendo a pérdidas- lamentan que no se puede aceptar tener en noviembre las mismas cuantías que en septiembre porque se obliga a las explotaciones a continuar en números rojos.

El secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García, critica que siguen sin cumplirse las dos razones por las que su organización, al igual que el Sindicato Labrego Galego, decidieron no firmar un acuerdo lácteo que consideran "fallido": no se ha aclarado qué se entiende por precio sostenible ni las sanciones para las industrias si no respetan esa tarifa mínima. García advierte de que durante el mes que el convenio lleva en vigor no se ha registrado ninguna subida en el precio que perciben los ganaderos, solo un aumento en lo que pagan los consumidores, lo que en su opinión ha permitido a la distribución incrementar todavía más sus beneficios pero sin repercutirlos en toda la cadena de valor. "La única modificación -aclara- ha sido la decisión de Leche Celta y Central Lechera Asturiana de retirar los contratos que tenían con propuesta de bajada". El responsable de UUAA explica que a día de hoy desconocen información sobre los precios de la cadena alimentaria -distribución, industria y productores- y lamenta que tampoco existe negociación de las empresas con los ganaderos para subir los precios hasta una cifra que permita sobrevivir a las granjas gallegas.

Más optimista se muestran desde el sindicato Asaja, organización que ya en su día se desmarcó de las movilizaciones de los ganaderos y que sí firmó el acuerdo de mínimos del ministerio. El secretario xeral de Asaja, Francisco Bello, pide paciencia e instó a esperar a los próximos meses para evaluar los resultados. Reconoce que en septiembre los precios apenas se recuperaron, aunque espera mayores subidas en los próximos meses. Bello, que también forma parte del comité de seguimiento del acuerdo, aclara que se está trabajando en la elaboración de un contrato tipo para los tres eslabones de la cadena y anuncia que solo faltan algunos "flecos" para conocer en qué márgenes se tiene que mover cada parte.

En la misma línea se pronunció la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, que ayer se reunió con los tres sindicatos agrarios gallegos -UUAA, Sindicato Labrego Galego y Asaja- para presentarles las cuentas de su departamento. Vázquez dijo que el aumento "ojalá fuese más" que los 0,6 céntimos, pero matiza que es "un paso grandioso" porque si los precios fuesen a la baja sería "un desastre".