Los trabajos del Catastro para tratar de identificar y localizar a los dueños de fincas cuya titularidad se desconoce no siempre terminan con éxito. En ocasiones, resulta imposible averiguar quién es el propietario. Si eso sucede se abre un expediente para incorporar esas parcelas al Patrimonio del Estado. La Xunta firmó en 2013 un acuerdo con el Gobierno para que cediera estas fincas al Banco de Terras de Galicia (Bantegal) y así poder arrendarlas entre los agricultores interesados en cultivarlas.

El proceso es lento pero el año pasado habían conseguido incorporarse ya a este Banco de Terras un total de 88 parcelas con una superficie de 130 hectáreas. Según la última información aportada por la Xunta, Hacienda ultima la cesión de otras 130 hectáreas más. Antes de que se integren en el Bantegal, las tierras son revisadas por los técnicos del Gobierno gallego y sometidas a una puesta a punto ya que, en ocasiones, llevan años yermas.

El Catastro, sin embargo, no es el único que investiga la titularidad de estas fincas de propietario desconocido. La Xunta también ha puesto especial empeño en ello puesto que estos terrenos suelen estar abandonados y llenos de maleza y, en ocasiones, cuando están cerca de los perímetros de las poblaciones pueden ser peligrosos en caso de incendio. Por esta razón, la Consellería de Medio Rural decidió realizar una exhaustiva cartografía del territorio gallego, empezando por algunas zonas piloto, para determinar a quién pertenecen las parcelas incluidas en estas franjas de seguridad de incendios. De esta manera, podrá obligar a los propietarios a limpiarlas o, al menos, pasarles la factura por los trabajos.